La arquitectura, tiene entre otros muchos poderes, el de transformar y mejorar el entorno y la vida de las personas.
Estas curiosas casitas están ubicadas en Ormuz, una isla iraní del golfo pérsico con paisajes surrealistas y colores excepcionales. Un lugar turístico con un puerto histórico que controla el envío de petróleo desde Oriente Medio. El proyecto Presencia en Ormuz lo firma el estudio ZAV Architects y consiste en un desarrollo urbano que pretende empoderar a la comunidad local y atraer visitantes para unirse a la vida de la población tanto cultural como económicamente. La arquitectura busca construir confianza con el fin de fomentar la participación de la población local y la inclusión de sus intereses en cualquier actividad de la isla.
El proyecto es una multitud de cúpulas a pequeña escala construidas con la técnica de superadobe de Nader Khalili, una técnica innovadora y sencilla que utiliza tierra y arena. Cada cúpula alberga un núcleo familiar. Su pequeña escala los hace compatibles con las capacidades de construcción de los artesanos locales y los trabajadores no cualificados, que han sido entrenados para este proyecto con construcciones anteriores más pequeñas.
Las casitas de colores se acumulan y forman la topografía del arco iris sobre la arena de la playa con el mar de fondo, con distintas alturas y tamaños. Los arquitectos explican que en un país con mandatarios constantemente en conflictos internacionales, cada proyecto es importante y se convierte en una apuesta por la vida en comunidad.