Las salchichas bailongas más famosas del mundo virtual serán las estrellas de las pantallas de la plaza madrileña.
Callao City Arts es un programa artístico pionero en Europa y desarrollado en la Plaza del Callao de Madrid por Cultura Inquieta junto a Callao City Lights. Cada mes cuenta con fotógrafos y fotógrafas de prestigio y poetas visuales que muestran su creatividad a través del videoarte más innovador.
El verano ha llegado a su fin y en septiembre lo que más necesitamos es una sonrisa para afrontar el regreso a la rutina. Por suerte, el videoartista Nobody Sausage sabe cómo hacernos reír en todo momento gracias a sus coloridas salchichas llenas de ritmo.
Nobody Sausage es el nombre con el que el artista Kael Cabral ha conseguido ser una tendencia global en las redes sociales, como Instagram y con especial atención a TikTok, donde contabiliza más de 16 millones de seguidores.
La clave de su éxito radica en su humor absurdo y apto para todos los públicos. En sus vídeos, podemos ver a una o varias salchichas de colores chillones bailando los hits del momento, perreando como verdaderas profesionales e incluso dejándonos algunas flatulencias con más ritmos que muchos y muchas en las pistas de baile.
Nobody Sausage se mueve al ritmo de Lizzo, Harry Styles, Beyoncé, Anitta… cualquier artista que sea tendencia en ese momento. Sobre su éxito, Cabral ha señalado que cuando creó su canal “no esperaba que se volviera viral, mucho menos que recibiría tanto amor y apoyo de muchos”.
Lo poco que se sabe de Cabral es que estudió diseño gráfico en la Pontificia Universidad Católica de Paraná, en Brasil. Desde entonces, ha colaborado con sus proyectos para compañías tan relevantes como Disney, HBO, Showtime, FOX, Google, Nike, Spotify, Apple, Sony, Amazon y Citybank.
Este septiembre, mirar a las pantallas de Callao City Lights nos sacará una sonrisa gracias a que Nobody Sausage hará del otoño una época más acogedora.
“Mi consejo más importante es que te diviertas mientras creas contenido, para hacer feliz a tu niño interior. Cuando mi niño interior está alegre y emocionado, sé que estoy en el lugar correcto”.