20 películas que nos ponen el espíritu en otoño

Hemos querido teñir este contenido con los colores de la estación más melancólica y sensible del año. Hemos querido teñir este contenido con los fotogramas de veinte películas que nos ponen el espíritu y el corazón en otoño.

Cuando acaba el verano, sentimos una especie de introspección que nos lleva a conectar con nuestro lado más intimista. Es el momento perfecto para descubrir o revisitar esas películas ideales para un día de lluvia y manta. Te dejamos con veinte que nos encantan.

1. Yo maté a mi madre, de Xavier Dolan

Fotograma de Yo maté a mi madre

Xavier Dolan presentaba su talento al mundo con esta ópera prima que triunfó en el festival de Cannes y lo puso en el punto de mira por su manera de entender el cine. En su primer largometraje, el enfant terrible del cine canadiense relataba la tormentosa relación de amor-odio que un adolescente y su madre tenían y además, mostraba todas las armas que lo han convertido en uno de los mejores autores del cine contemporáneo.

2. Petite Maman, de Céline Sciamma

Tras consagrarse con la épica de Retrato de una mujer en llamas, la directora Céline Sciamma volvía a la sencillez y la calidez que destilaban sus primeros trabajos para sumergirnos en un cuento con moraleja sobre la maternidad. Solo desde la pureza y la inocencia de la infancia podamos entender el herido y desengañado mundo adulto.

3. La fuerza del cariño, de James L. Brooks

Fotograma de La fuerza del cariño

En la década de los años 80, proliferaban cintas que navegaban entre la comedia y el drama y que hablaban de la complejidad de las relaciones familiares. En La fuerza del cariño, Shirley McLane y Debra Winger encarnaban a una madre y una hija con diferentes maneras de entender la vida. A lo largo de varios años vemos como su relación sufre altibajos, pero jamás se desgasta gracias al amor indestructible que sienten la una por la otra.

4. Segundo premio, de Isaki Lacuesta y Pol Rodríguez

Fotograma de Segundo premio

La película que representará este año a España en los Oscar, es una obra maestra que no está hecha sólo para fans de la banda granadina Los Planetas. Lo onírico, lo real, Lorca, el Omega de Lagartija y Morente y la magia y el duende de Granada son el contexto en el que Isaki Lacuesta narra el proceso de elaboración de uno de los discos más importantes de la música española. El realizador ha sido capaz de ponerle las imágenes correctas a las letras de Jota y de convertir las musas y los sueños en secuencias inolvidables.

5. Palo Alto, de Gia Coppola

Fotograma de Palo Alto

La que es sobrina de Sofía y nieta del director Francis Ford, demuestra eso de "que de casta le viene al galgo" en este retrato melancólico sobre unos adolescentes de Palo Alto (California) con problemas del primer mundo. Adaptando una serie de relatos cortos de James Franco, Gia Coppola nos invita a formar parte de la vida de estos púberes frágiles que están a punto de descubrir que su sueño se acaba en el momento que se dejan contaminar por el mundo adulto.

6. Cuando Harry encontró a Sally, de Rob Reiner

Fotograma de Cuando Harry encontró a Sally

Imprescindible en cualquier ranking otoñal que se precie por ser un self place para muchos espectadores, esta icónica comedia romántica protagonizada por Meg Ryan y Billy Cristal es mucho más que esa escena orgásmica que todos recordamos. Cuando Harry encontró a Sally está llena de diálogos inteligentes que giran en torno a una cuestión que todavía mucha gente se hace: ¿pueden un hombre y una mujer ser sólo amigos?

7. Close, de Lukas Dhont

Fotograma de Close

El cine de Lukas Dhont aborda con belleza y sensibilidad abrumadoras lacras sociales tan devastadoras como la transfobia o los males de una educación hetero patriarcal. En Close, el director nos hace enamorarnos de Léo y Rémi, dos niños de 13 años que están a punto de enfrentarse a la crueldad de la inocencia y a la oscuridad que puede habitar en los corazones de esos que empiezan a ser corrompidos por el germen de un mundo adulto repleto de prejuicios absurdos.

8. Almas en pena de Inisherin, de Martin McDonagh

Fotograma de Almas en pena de Inisherin

Colin Farrell y Brendan Gleeson se entregan a una historia que desde el drama y la comedia negra nos habla sobre la soledad, la responsabilidad afectiva, la amistad y el miedo a estar presos en una vida que no creemos merecer. Martin McDonagh parte de una sencilla premisa que desemboca en una serie de acontecimientos inesperados y rocambolescos que ponen en jaque a todas las partes implicadas. Imagina que un día tu mejor amigo te dice que no quiere saber nada más de ti.

9. Minari, de Lee Isaac Chung

Fotograma de Minari

La aventura de esta familia de coreanos que pretende cumplir su particular american dream, llega al corazón y al alma con facilidad. Minari es una de esas historias erróneamente llamadas mínimas sobre la vida, la familia, la importancia de los recuerdos y lo crucial de decir las cosas en el momento que hay que decirlas. Un canto a la felicidad entendida como la vuelta a lo básico e imprescindible, la vuelta al amor y al sentimiento de comunidad como motores para que el mundo no colapse.

10. Burning, de Lee Chang-Dong

Fotograma de Burning

Burning comienza siendo una sencilla historia de chico conoce a chica que se convierte es un intenso y desasosegante thriller que se cuece a fuego lento y conduce al espectador por un laberinto de apariencias en el que no se sabe muy bien quién es quién. Repleta de detalles que debemos ir analizando y cuestionando, la trama de Lee Chang-Dong es un estudio sobre la oscuridad y la maldad humana que con unas interpretaciones increíbles y unos diálogos punzantes, se mete bajo la piel del espectador para siempre.

11. Tenéis que venir a verla, de Jonás Trueba

Fotograma de Tenéis que venir a verla

Nuestro Woody Allen patrio es experto en desgranar las filias, las fobias, los sueños y los miedos de esa generación perdida que anda entre los treinta y tantos y los cuarenta y pocos. La filmografía de Jonás Trueba está repleta de reflexiones grandes que pone en boca de anti héroes que son como tu y como yo. Con esta cinta que podría haber sido una tarde cualquiera en nuestras vidas, vuelve a hacernos partícipes de un mundo que podría arreglarse con vino, queso y buenas intenciones.

12. Mi vida sin mí, de Isabel Coixet

Puede que no sea la mejor cinta de Isabel Coixet, pero desde luego es la más crepuscular y una de las más bellas. Cuando a Ann le diagnostican un cáncer terminal con 23 años, decide elaborar una lista con todas esas cosas que querría hacer y con todos esos cabos que le gustaría atar antes de que empiece la vida sin ella. A pesar de la dureza de su premisa, la película da un esperanzador y luminoso mensaje sobre el carpe diem y todo lo que no debemos dejar para mañana.

13. Once, de John Carney

Fotograma de Once

Once podría ser definido como el musical que le gustaría a los que no les gustan los musicales. Aunque las canciones se suceden espontáneas durante el metraje y son un personaje más de la trama que incluso por momentos la guían, esta historia de amor dirigida por John Carney es, principalmente, cine social de autor. Glen Hansard y Markéta Irglová logran emocionarnos con una historia protagonizada por dos perdedores que se aferran a un sueño que choca con sus realidades.

14. Wolfwalkers, de Tomm Moore, Ross Stewart

Fotograma de Wolfwalkers

Tomm Moore (Song of The Sea) vuelve a crear otro cuento fantástico con base en el folclore y las leyendas irlandesas y vuelve a emocionar con otra historia sobre la familia, la naturaleza, los valores y la vida. Portentosamente dibujada y animada, Wolfwalkers luce como uno de esos cuentos de los años 80 que generaciones enteras leyeron una y otra vez,
y te hará querer que tu animal interno no sea el humano.

15. Columbus, de Kogonada

Fotograma de Columbus

Hay algo en Columbus que recuerda a Lost in Translation. Quizás sea que esta protagonizada por una pareja improbable que se encuentran, se escuchan y se quieren cuando nadie más lo hace. Pero, aparte de la fotografía, los atardeceres, la arquitectura y los colores que ofrecen la ciudad del título, lo que de verdad te roba el corazón es Haley Lu Richardson en la piel de Cassandra, una de las jóvenes perdidas más tiernas y adorables que nos ha regalado el cine contemporáneo

16. Una historia verdadera, de David Lynch

Fotograma de Una historia verdadera

La película más atípica de ese genio extravagante y único que es David Lynch, se aleja por completo de su manera de entender el séptimo arte. Una historia verdadera es la historia de Alvin, un anciano que decide recorrer 500 kilómetros para ver a su hermano moribundo. Lo que hace especial y entrañable este periplo, es que el viejo lo realiza montado en una cortadora de césped porque no tiene otro medio de transporte. Hasta que llegue a su destino, Alvin dejará su corazón y su sabiduría a cada persona que acaba formando parte de su camino.

17. Donde viven los monstruos, de Spike Jonze

Fotograma de Donde viven los monstruos

Solo alguien con la magia de Spike Jonze, podría adaptar y materializar a alguien con la magia del ilustrador y escritor Maurice Sendak. Llevar a la pantalla grande Donde viven los monstruos no era tarea fácil. Max tiene la capacidad de pasar por el filtro de su imaginación y sus ensoñaciones toda la realidad que le abruma. A través de su mundo de fantasía, el pequeño nos explica cómo se siente ante el hecho de ser un niño solitario, de tener una hermana mayor que ya no le acompaña en sus juegos y de no ser ya el centro de atención de su madre.

18. La casa, de Álex Montoya

Fotograma de La casa

La casa es un título para todas aquellas personas que han experimentado el desarraigo que supone perder a un ser querido y un lugar. Es para esas personas que han sabido convertir los recuerdos en un motivo para dar sentido a cada segundo que tienen la suerte de seguir viviendo. Basada en un cómic de Paco Roca, la película de Montoya funciona como un recuerdo en el que dan ganas de quedarse a vivir para siempre mientras lo disfrutas entre la felicidad que nos reporta llorar, extrañar y recordar a los que nos dejaron su huella.

19. All of Us Strangers, de Andrew Haigh

Fotograma de All of us strangers

Las heridas causadas en la infancia pueden arrastrarnos a una sensación de soledad y de culpa adultas que no nos dejen perdonarnos, ni nos permitan vivir con plenitud hasta que no encontremos la redención en los demás. All Of Us Strangers está repleta de escenas que van minando nuestra integridad emocional porque tratan sobre la parte más descarnada de la vida y sobre esas cosas obvias que padres e hijos deberíamos decirnos y que sin embargo, muchas veces se quedan sin decir. Sólo la fuerza del amor puede hacernos pasar las páginas más dolorosas de esa historia indescifrable y misteriosa que es la vida.

20. Fantastic Mr. Fox, de Wes Anderson

Wes Anderson es de los cineastas más particulares y extravagantes que tiene el cine actual, y desde su particular prisma, atesora una filmografía única llena de paletas de colores perfectamente estudiadas, encuadres milimétricos y personajes absurdos de tendencias nihilistas y existencialistas. Anderson además, también hace alarde de su genio a la hora de expresar su vis cómica y crítica a través del stop motion. Ejemplo de ellos son el deleite que suponen Isle of dogs y esta Fantastic Mr. Fox protagonizada por un zorro antisistema y anarquista que hará lo que sea por mantener a su familia unida.

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