Las esculturas receptivas de Daniel Rozin interactúan con el ritmo de nuestros cuerpos

Y es que hay piezas que no completan su concepto y no alcanzan su totalidad artísitca sin nosotros. Como ocurre con las exposiciones inmersivas o las curiosas esculturas receptivas del artista Daniel Rozin.

Take Out-Chopsticks Mirror

Rozin ha creado una serie de piezas escultóricas que son minimalistas a la vista, pero que se tornan en complejas cuando entramos en juego con nuestros cuerpos, los cuales sirven de activación y las ponen en funcionamiento, reproduciendo diversos patrones de movimiento.

Como si nuestras anatomías tuvieran un campo magnético o fueran esa fuente de electricidad estática que un globo de plástico ejerce sobre el pelo de un niño, las obras de este artista cobran vida ante la sorprendida mirada del espectador.

Formando parte de una exposición individual en la galería Bitforms, en la que se destaca la naturaleza fugaz de la interacción, encontramos estas esculturas receptivas que llevan el nombre de Shades.

El espectáculo se compone de múltiples obras imitativas que reflejan los movimientos de los espectadores a través de una cámara incrustada. Take Out-Chopsticks Mirror, por ejemplo, une los utensilios de madera a una base motorizada, y cuando alguien pasa frente a la pieza, los componentes se levantan.

Además del movimiento con eco, las obras ondulantes se basan en la luz y la sombra para crear representaciones intrigantes y abstractas del gesto humano.

También se incluyen en la exposición las esculturas CMY Shadows Mirror y RGB Peg Mirror, que reproducen reflejos a todo color, aunque la primera utiliza el modelo cromático sustractivo y, la segunda, aditivo.

RGB Peg Mirror

Aunque estén animadas por la presencia humana o por un algoritmo preprogramado, las formas resultantes se convierten en pantallas dinámicas de colores caleidoscópicos y en una experiencia novedosa que nos hace partícipes del arte más rompedor.

Daniel Rozin: Instagram