realismo

La infancia y los animales son la luz de un mundo decadente en estas deliciosas pinturas hiperrealistas

Cuando acabe con nosotros el sistema capitalista, cuando el poder desaparezca porque las clases luchen en una batalla campal, cuando nos consuman la tecnología y nuestras propias invenciones, cuando la madre naturaleza se nos rebele y ejerza su desmesurado poder o cuando la envidia y el ombliguismo sean una epidemia, sólo la inocencia de los niños y los animales serán la esperanza de un mundo decadente.

Esculturas realistas y entornos monocromáticos de un universo gris

Como la escena de "La Lista de Schindler" en la que una niña con un abrigo rojo es la metáfora de la inocencia y la vitalidad en un mundo en blanco y negro carente de sentimientos y alegría, estas esculturas grises en entornos monocromáticos nos provocan la misma desazón, la misma melancolía, la de un mundo que, muchas veces, se nos torna frío y anodino.