La autodidacta Liz Y Ahmet transforma sus garabatos a mano alzada en mágicos retratos
Había algo mágico en esos garabatos espontáneos y libres que llevábamos a cabo cuando éramos pequeños y pequeñas. Seguro que encerraban un significado y una razón de ser en su aparente caos artístico.
Como si de esos folios en blanco que eran soporte y pasaporte de nuestros sueños infantiles se tratara, la artista autodidacta Liz Y Ahmet tranasforma sus garabatos en retratos perfectamente ejecutados a mano alzada.
Tiene predilección por la dulzura y la armonía de las caras femeninas y por los colores vivos y lo plasma en obras en las que lo que parece desordenado o sucio a primera vista, emerge en retratos perfectamente detallados, expresivos y dinámicos.
Es sorprendente cómo las líneas en bucle y dispersas cobran sentido gracias a sus manos talentosas y a una mente creativa que domina las reglas del arte contemporáneo, para traducirlas en emociones y sensibilidad.
Liz Y Ahmet, que actualmente reside en Reino Unido, ha trabajado en varios medios experimentando con lápices, bolígrafos, acrílicos y diferentes técnicas para desarrollar su estilo único, que regularmente se sazona con nuevas ideas.
"En el pasado, nunca se me daba bien verbalizar mis sentimientos y solía deprimirme. Descubrí que cuanto más creaba para mí, mejor me sentía, ¡y la obra de arte también mejoraba! Habiendo pasado por algunos años difíciles, usé el arte como terapia y me centré más en mí misma".
"Mis retratos son todos femeninos porque yo lo soy, y algunos están enmascarados porque yo misma escondí mis problemas o mis emociones con respecto al trabajo y la familia. Las caras son un caos de emociones en el que evolucionan los garabatos".
A Liz Y le gusta probar diferentes medios porque no le gusta que su arte se estanque, sino que quiere mantener las cosas frescas y emocionantes para que le sirva de terapia a ella y a todos y todas los que contemplamos su fuerte creatividad.
Liz Y Ahmet: Instagram
Por Luiki Alonso