El imaginario "Star Wars" creado por George Lucas, es una fuente inagotable de iconos que lleva décadas alimentando nuestra imaginación y la cultura pop, pero que ha sufrido importantes altibajos en sus producciones.
¿Qué hubiese pasado si La Santa Madre de Dios se hubiese aparecido a unos tiernos infantes durante la década de los 80 y, en lugar de transmitirles mensajes apocalípticos y hacerles exigencias económicas, les hubiera otorgado poderes sobrenaturales, conviertiéndolos en el arma secreta de la Iglesia Católica?
Estamos totalmente enamorados del trabajo que realiza Alireza Karimi Moghaddam, tanto o más de lo que lo está él de ese genio que fue Vincent Van Gogh, el atormentado autor de uno de los legados artísticos más importantes de la historia.
Esther se ha quedado huérfana, ella y toda una generación que crecimos con las aventuras de esta adolescente pecosa y tímida.
Humanizar a un artista universal a través de unas tiras de cómic y dar vida al personaje que hay detrás del pintor, eso es lo que hace el viñetista Alireza Karimi en este precioso trabajo.
Todos los que habéis cumplido el sueño de ser padres, sabéis que la vida no vuelve a ser como la habías conocido hasta ahora, que se acaban los festivales, los bares los viernes, dormir 8 horas seguidas o tener tiempo para ir al baño a gusto.
Hay una escena en la magnífica "Kill Bill: Vol. 2" de Tarantino, en la que Bill (David Carradine) le dice a Beatrix Kiddo (Uma Thurman) que admira a Superman porque es el único superhéroe que nació siéndolo, el único que necesita de un alter ego humanizado para ocultar su condición de héroe.
Cuando un artista de la música, el cine o la cultura pop en general, se hace tan grande como David Bowie o Freddie Mercury, adquieren el estatus de iconos inmortales, y su imagen, sus letras y sus canciones inspiran todo tipo de arte.
Siempre hemos dicho que David Bowie desde que empezó a despuntar en el mundo de la cultura pop como la estrella que fue, y sigue siendo, ha sido fuente de inspiración para miles de artistas, para miles de anónimos y para todo el arte imaginable.
Todos sabemos que lo de casarse en Las Vegas es sinónimo de diversión o de llevar un estilo de vida alocado en el que siempre hay cabida para la improvisación y para actuar movidos por los impulsos, al menos es lo que nos han vendido todas las películas y las series americanas.
