Joey Ramone: 20 años huérfanos de punk
Joey Ramone se fue demasiado pronto. Un 15 de abril de 2001, Joey (Jeffrey Hyman) dejaba este mundo y comenzaba el principio del fín de una época dorada del punk.

El mismo punk que nació en el corazón del barrio neoyorquino de Queens en los años 60 y donde unos chavales de Forest Hill cimentaron toda una leyenda. Es 1974 y hablamos de Los Ramones.
El undreground neoyorkino recibía la explosión del punk; descargas eléctricas, momentos fugaces y una intensidad que supo canalizar lo mejor del rock de los 50 y 60 con el descontento juvenil de la época.
Dos metros de talento enfrascados en su mítica chupa de cuero, cubrían a un chaval desgarbado y tímido que inspiró con su postura, sus zapatillas y con la sencillez de sus composiciones, a un gran legado de rockeros y nostálgicos crónicos.
Joey tuvo una infancia complicada, además, le encantaba pintar frutas gigantes y grabar el sonido de la lluvia y de las tormentas. En todas sus rarezas radicaban posiblemente sus grandezas.
“El día que le conocí me pareció de otro planeta”, dijo el líder del grupo punk NoFX, Fat Mike, y nosotros no podemos estar más de acuerdo. Joey era sin duda y ante todo, un buen tipo.


Joey tendría hoy casi 71 años pero estamos seguros de que no se hubiera jubilado del punk, porque el punk nunca morirá mientras su legado siga vibrando por cada rincón del mundo.
Te echamos de menos. Gracias por todo, Joey.
Por Silvia García