Mujeres vistiendo vaqueros en fotografías de los 1940
Hay gente que no entiende lo trascendental que puede llegar a ser la moda, que no entiende el valor (y los valores) que puede encerrar una prenda tan sencilla como un pantalón vaquero.
Hay gente que no entiende lo trascendental que puede llegar a ser la moda, que no entiende el valor (y los valores) que puede encerrar una prenda tan sencilla como un pantalón vaquero.
Después de dar a luz, no sale nace un bebé. También nace una madre con un cuerpo nuevo, distinto, dolorido y empoderado.
Escribir sobre Simone Weil es un acto temerario, pero más que una osadía es un gesto de agradecimiento.
La Guerra Fría se peleó tanto en el frente ideológico como en el militar, y la Unión Soviética a menudo hizo énfasis en el sexismo y el racismo de sus oponentes capitalistas, particularmente de los Estados Unidos cuando favorecía la segregación racial.
A lo largo de la historia, el papel de la mujer, en diversos terrenos y disciplinas, ha sido difícil. Existen, y han existido, brechas de género que dan lugar a situaciones injustas de desigualdad contra las que hay que luchar.
De un tiempo a esta parte, los imprescindibles movimientos feministas han ido cogiendo la fuerza necesaria para convertirse en una nueva ética y en una nueva manera de entender el mundo mucho más lógica y liberadora.
Actualmente, si aún con todos los avances que se han hecho a nivel social y cultural queda todavía mucho camino por recorrer en lo que a paridad laboral (y a paridad en general) se refiere, imaginad hace unos años.
Bajo el título "Huelga de mujeres", las fotografías del proyecto fotográfico de Bartosz Matejko fueron tomadas en las calles de Szczecin del 26 al 30 de octubre de 2020.
Es innegable todo el bien que escribir puede hacer por nosotros. Escribir nos ayuda a destapar y ordenar los recodos emocionaes más profundos de nuestra corteza cerebral para plasmarlos y ofrecer la posibilidad de que un lector, o nosotros mismos, los encuentre.
Era una niña pobre y la repentina muerte de su padre la sumió en una pobreza mayor. La huérfana de 10 años debió comenzar a trabajar limpiando y cosiendo junto a su madre para sobrevivir a duras penas. Cuando esto tampoco alcanzó, logró que la empleran en un negocio y luego se animó a concursar por un puesto en el Ministerio de Instrucción Pública, donde fue destinada como profesora de mecanografía en las Escuelas de Adultas. La joven casi no había ido a la escuela y sólo podía enseñar a tipear.