El futuro del arte quizá esté en el colorido universo de Leonardo, un niño prodigio de 8 años

Dibujar, colorear y plasmar todo eso que imaginamos de pequeños, es una actividad que hacíamos a diario en la etapa más mágica y crucial de nuestras existencias, pero es un hábito que, la mayoría, abandonamos conforme nos vamos haciendo adultos y adultas.

Quizás, nuestros padres y nuestras madres nos hubieran animado a continuar con nuestro hobbie si hubiéramos tenido el talento y la creatividad de este pequeño genio de 8 años que es Leonardo Rodríguez Pastrana.

A los tres años pintó su primer cuadro y, desde entonces, no ha parado de jugar y soñar con los pinceles y los colores. Sus obras se carecterizan por ser de una alegre abstracción que ha conquistado a medio mundo. Leonardo se ha convertido en toda una referencia en el mundo del arte.

Decoradores y coleccionistas de todas partes quieren contar con las obras de Leonardo en sus proyectos y sus paredes. Sus creaciones, con un estilo único y fresco, acaban agotándose en cada exposición que celebra y, actualmente, forma parte de los artistas emergentes de la Red Gallery junto con nombres de la talla de Basquiat, Hirst o Rafa Macarron.

Mucha culpa de su éxito es de sus padres, que, además de animarlo a pintar, lo han llevado a estudios de artistas para que Leonardo se empapara de primera mano de lo que hacen, y nunca lo han llevado a clase de pintura. 

Leonardo es hijo de la italiana Laura Caldarola, influencer y el arquitecto José Rodríguez-Pastrana. El pequeño ya ha realizado varias exposiciones en Corea del Sur, acaba de lanzar sus propias camisetas y ha pintado alrededor de 200 cuadros y, es que, para él, su propio nombre ya es una inspiración.

"Soy un artista porque he pintado muchos cuadros y mi nombre es Leonardo, como Leonardo da Vinci", declara.

Desde que comenzó a llenar de dibujos los armarios y las paredes, sus padres no han dudado ni un solo momento a la hora de potenciar su talento. Con esta edad, ubicaron una gran pared de pizarra en su habitación para que se pudiera expresar con total libertad, ahora, le proporcionan tantos lienzos como necesitan sus pequeñas manos para pintar.

El arte de Leonardo guarda un gran parecido con las piezas de Jean-Michel Basquiat, otro niño que también comenzó a llenar de dibujos las paredes de su casa. Leonardo nunca ha tenido a Basquiat como referencia.

Su inspiración le viene de los dibujos que ve, los cuentos o cómics que lee, los juegos, su día a día y, como él mismo dice: “los dibujos animados, los legos, las cosas que aprendo en el cole, mis inventos…”.

No sabemos si incluir su obra dentro de un expresionismo visual de tintes pop o sencillamente es el colorido universo de un niño que puede que tenga en sus pequeñas manos y su enorme imaginación el futuro del arte.

Leo Nar Do: Instagram