bergman

Cuando el cine nació y comenzó a desarrollarse como un medio de expresión de la subjetividad y la creatividad, era lógico que se convirtiera también en un campo propicio para la reflexión sobre las grandes e insondables preguntas del ser humano, esas que nos hemos seguido formulando desde hace miles de años y que aparecen lo mismo entre los libros que en una conversación con un amigo, en el arte y en el salón de clases, en la soledad  o, por ejemplo, en el sueño inconsciente.

Scorsese y Scott critican el cine actual, en el cual hay pocas historias originales de calidad, y la mayoría de las películas se parecen a un parque de atracciones.

El mundo del arte y sus disciplinas está lleno de referencias, retroalimentaciones e inspiraciones que provocan que entre unos artistas y otros existan fantásticos lugares comunes en lo formal y lo conceptual que, no hacen otra cosa, que enriquecer nuestra imaginación.

Hay películas que nos hacen mejores, que nos reconcilian con la vida, que nos devuelven la esperanza. ¿Quién cree en los ángeles?

Según el genial Ingmar Bergman, el ruso Andrei Tarkovsky fue el más grande todos los tiempos, el director que llevó el cine a su sublimación.

“Cuando se es joven, se es joven para toda la vida”, sentenció Pablo Picasso.

Conocido por sus ilustraciones gráficas y arquitectónicas, la última serie del artista italiano Federico Babina, DIRECTPORTRAIT, rinde homenaje a famosos directores de cine.

El extraordinario director de cine expone con lucidez y sencillez su fórmula para enfrentarse al sinsentido de la vida.

Antes de que Stanley Kubric fuera conocido por  realizar algunas de las mejores películas de ciencia ficción y terror de la historia (como La Naranja Mecánica o el clásico de culto indie, El Resplandor), intentó su primer acercamiento a la fama, como fotógrafo para LOOk Magazine, a los 17 años. Tomó estas fotografías en la red del Metro de Nueva York durante dos semanas en 1946.

Stanley Kubrick es una figura capital en la historia del cine. Creó imágenes cinematográficas que han dejado una marca indeleble en la imaginación del público, desde la espectacular ciencia ficción de "2001: Una odisea del espacio" (1968) hasta los duros entrenamientos militares del "Full Metal Jacket" (1987).