Ero-guro de alto voltaje de la mano de la artista gallega Gairah Praskovia
El erotismo y el mundo de las fantasías sexuales se torna más bizarro y más perturbador a medida que se siente como algo prohibido y clandestino es por eso que, el Ero-guro, conecta a la vez con nuestros instintos más animales y más oscuros.
El Ero-guro ("ero" de erótico y "guro" de grotesco) es un movimiento artístico japonés que nace como protesta a los temas tabú de dicho país y que se plasma en una serie de manifestaciones en las que hay cabida para la sangre, el gore y diferentes tipos de parafilias y fetiches.
Tacones, látigos, sodomía, látex, cuero, juegos de roles, cuerdas, cuchillos y sexo, mucho sexo, forman parte del caliente universo de la gallega Gairah Prashkovia, una artista multidisciplinar que vuelca su arrolladora personalidad en su arte y viceversa.
Nacida en el frío Ferrol de A Coruña en 1995, pronto empezó a dar muestras de su interés por todo aquello de naturaleza irreverente, erótica y grotesca.
"Además de tocarme el coño delante de una webcam, elaboro contenido audiovisual que algunas personas categorizan como porno y otras como algo que les deja un tanto traspuestos de una manera despectiva"
Su definida personalidad crea incomodidad y pasión a partes iguales como todo lo que ilustra; en sus dibujos, que son como si Charles Burns hiciera un cómic en el que se mezclara el folclore asiático y la pornográfía más explícita, la paleta de colores apenas se reduce al blanco y el negro pero, las sensaciones que provocan son a todo color.





Por Luiki Alonso