El salmantino Eusebio Sánchez Blanco llena sus óleos de sensualidad y erótica imperfectas
- Última actualización: 29 Abril 2021
- Erótica
Tenemos la falsa idea de que lo erótico y lo sensual se escribe sobre formas, volúmenes y pieles que encajan en cánones impuestos e imposibles. Qué equivocados estamos.
La carne y la carnalidad son bonitas en todos sus contornos, olores y colores y es así como lo plasma el pintor salmantino Eusebio Sánchez Blanco (a.k.a Eusebio San Blanco), en óleos llenos de realismo mágico y maravillosa imperfección.

San Blanco (1952) es natural de Salamanca y en 1979 obtuvo el título de Profesor de Dibujo por la Escuela Superior de Bellas Artes de la Universidad Complutense de Madrid en la que obtuvo la licenciatura en 1983.
Desde ese momento, orientó su carrera profesional hacia la docencia en diferentes centros de bachillerato al tiempo que preparaba su Doctorado por la Universidad de Salamanca.
Como último peldaño en su escalafón educativo, San Blanco obtuvo la condición de Profesor Titular de la Universidad de Salamanca en 1988.

“Casi siempre percibí que la pintura debe tratarse como a la propia vida: disfrutarla con la mayor intensidad posible, quizá para tratar de sentirse cómodo, provocando a pocos con cautela o satisfaciendo a otros tantos con algún brote de ironía".

San Blanco es un pintor suprarrealista que lleva su visión de lo físico hasta más allá de lo sensible, un amante de la figuración y de los cuerpos humanos hasta tal punto que exagerando sus imperfecciones los hace realmente vivos.
Su pintura nos remite a sus orígenes influenciado por el realismo mágico pero saturado de una pesada carga de mágico realismo. Sus galerías de personajes se muestran ante el espectador sin pudor ninguno a la intimidad y a sus cuerpos.
Poniendo énfasis en lo grotesco, el pintor nos revela su profundo conocimiento del alma humana que él se empeña en sacar a la luz desvelando hasta la hipérbole los rasgos atróficos de sus criaturas.



San Blanco representa hombres y mujeres en edad, casi siempre, madura, tardo otoñal, que lucen esa piel que permite a San Blanco demostrar su sabiduría y su conocimiento de la anatomía humana.
Al contrario que la piel joven, lozana y tersa de la juventud, sus personajes muestran todo tipo de irregularidades, adiposidades, descolgamiéntos cutáneos. No hay pliegue o protuberancia que escape a un agudo pincel que actúa sin los complejos que tiene el que ha experimentado y ha vivido.







h/t: Por Rafael Ordóñez Bedmar Muvacandalucía
Por Wine Not