Tom of Finland: el ilustrador del homoerotismo más viril [NSFW]
La ilustración permite llevar nuestros deseos y fantasías mucho más allá de las barreras y los límites que nos impone nuestra carne. Un poder que el dibujante Tom of Finland manejó con auténtico virtuosismo.
Touko Laaksonen (más conocido como Tom of Finland) es ampliamente considerado uno de los artistas más influyentes del siglo XX por su revolucionaria representación de la figura masculina y lo controvertido de sus escenas (homo)sexuales.
El hombre que imagina Tom no solo es de grandes y musculadas proporciones y una virilidad insultante, si no que, a menudo, muestra una actitud provocativa y empoderada, ya sea en los roles de sometimiento o de sumisión. El sexo que el icónico artista mostraba era de lo más irracional e impulsivo en la mayoría de sus viñetas.
Sus protagonistas enfrascados en actos de deseo homoerótico constituyen uno de los retratos más innovadores y polémicos del cuerpo humano de los tiempos modernos.
Es por eso que sus láminas, viñetas y cómics fueron distribuidas por canales pseudoilegales y underground, lo que potenció su tratamiento iconográfico, su espítitu liberador y las hizo cada vez más atractivas para la cultura popular.
En el transcurso de cuatro décadas produjo unas 3.500 ilustraciones de hombres con genitales y caracteres sexuales secundarios exagerados, vestidos con ropa ajustada o parcialmente despojada que, casi siempre, incluían el cuero, los vaqueros o indumentarias de inspiración militar, haciendo gala de su fetichismo desaforado.
El estilo y el contenido de Tom a finales de la década de los años 50 y principios de la de los 60 estuvo influenciado en parte por los códigos de censura de Estados Unidos, que restringían la descripción de "actos homosexuales manifiestos".
Con la despenalización de la desnudez masculina, la pornografía gay se hizo más común en las culturas homosexuales y el trabajo de Laaksonen junto con ella. En 1973, publicaba cómics eróticos y se abría camino en el mundo del arte convencional con exposiciones.
Ese mismo año, renunció a su trabajo de tiempo completo en la oficina de Helsinki de la agencia de publicidad McCann y, desde entonces, como él mismo promulgó, empezó a vivir en jeans y a vivir de sus dibujos, dejándonos un legado de fantasías rudas, provocativas y maravillosas con un sello único.
Por Daviz Francia