Michael Jackson tenía una inquietante colección de arte sobre sí mismo
Más de 150 obras encargó el Rey del Pop durante sus últimas décadas a varios artistas. Una colección inquietante, repleta de querubines y que refleja su complejo y controvertido mundo interior.
Leon Jones y Ralph Wolfe Cowan elaboraron algunos de los encargos, pero David Nordahl fue el principal pintor de esta corte "jacksoniana". Descubrimos, gracias a las palabras de Nordahl, que el cariz kitsch que desprenden los retratos es involuntario.
En mitad de una noche de 1988 el pintor recibió una extraña llamada de alguien que decía ser Michael Jackson, diciéndole que era su artista vivo favorito (aunque su artista histórico predilecto seguía siendo Miguel Àngel) y que pretendía encargarle una serie de retratos.
Por cada cuadro, el excéntrico cantante pagó la friolera de 150.000 dólares. No hace falta ni hacer muchos números para llegar a la conclusión de que David Nordhal se hizo millonario. Jackson no quiso escatimar gastos, pues consideraba a este pintor su “artista vivo favorito”.
El resultado es una galería que es reflejo de la excentricidad y el egocentrismo de Jackson y que, dejando a un lado el dilema que se plantea sobre separar al artista de la persona, adquiere un significado perturbador una vez se hicieron públicos ciertos hechos.
Por Silvia García