Una dulce galería fotográfica de niños con sus enormes perros

12 Diciembre 2018
Fotografía

Pensamos que pocas cosas hay más tiernas que ese binomio formado por niño o niña con enorme perro; el amor y la protección que se respira en esa relación que es, casi de igual a igual, es el reflejo de los equilibrios maravillosos que existen entre la humanidad y la naturaleza desde la más inocente infancia, la etapa en la que todo es más puro y sincero.

Esta tierna galería nos trae a la cabeza esas pelis o esas series protagonizadas por niños y sus fieles mascotas caninas con las que viven aventuras y crean amistades para toda la vida; no hay compañero más puro e incondicional que un perro, que no os convenzan de lo contrario.

La encantadora obra del fotógrafo ruso Andy Seliverstoff muestra tanto su gran talento fotográfico y artístico, como su amor por los perros.

En su trabajo podemos encontrar retratos dinámicos, en los que el protagonista es el movimeinto, o capturas que son auténticas postales; casi todas sus creaciones se centran en enormes cachorros, pero, en su serie más reciente ha añadido el elemento infantil para que nos derritamos con cada una de las instantáneas.

"Little Kids And Their Big Dogs" muestra a cachorros humanos con grandes cachorros perrunos que interactúan en ambientes al aire libre y disfutan de la naturaleza juntos.

Reconocemos que pecamos de ñoños y ñoñas y sentimos debilidad por las capturas en las que los niños abrazan a sus compañeros caninos aunque, cada una de las escenas que captura Andy, son muestras del dulce vínculo inquebrantable que existe.

Seliverstoff reconoce esforzarse por personalizar y personificar a cada animal destacando sus cualidades distintivas.

"Siempre me tomo mucho tiempo con el perro que está frente a mi cámara para poder conocer su personalidad", afirma Seliverstoff; “[...] los aspectos humanos, que a menudo reconocemos en nuestros perros, son, entre otras cosas, lo que nos hace sentir tan cerca de ellos y es ese aspecto el que intento expresar en mi fotografía".

Simplemente, morimos de amor.