La salvaje belleza natural del desnudo femenino por el fotógrafo Emilio Jiménez

Y aunque la luz sea la materia prima principal con la que trabaja un fotógrafo, no debemos olvidar que en este juego de luces, las sombras desempeñan también un papel fundamental. Después de todo, el discurso fotográfico surge de la relación dialéctica entre la luz y la sombra.

Por ello, las sombras suelen ser un recurso muy utilizado por los fotógrafos para jugar con las siluetas y las formas, para transmitir sensaciones o incluso, para convertirlas en las protagonistas mismas de las fotografías. También son un excelente modo para modificar el estado de ánimo del observador e imprimir dramatismo a una imagen.

Lo sabe bien el fotógrafo extremeño Emilio Jiménez que con un asombroso manejo de la luz y de la ausencia de ésta ha conformado un magnífico portafolio que sobresale por la aparente sencillez de sus trabajos y la honestidad con la que plasma lo retratado.

Su serie ‘Anatomía natural, salvaje’ es una colección de 24 imágenes en las que conjuga el clásico binomio blanco y negro con la proyección de sombras de diferentes elementos de la naturaleza sobre la piel desnuda de las modelos. Hojas de plantas con diferentes siluetas y tamaños, plumas de pavo real... realzan de forma natural la belleza del cuerpo femenino hasta convertirlo en puro deleite estético.

Emilio cuenta que el documental ‘La sal de la tierra’ fue la inspiración para llevar a cabo esta sesión fotográfica. Dirigido por Wim Wenders, este largometraje versa sobre la vida y obra de Sebastiao Salgado, un fotógrafo sociodocumental y fotorreportero brasileño que tras un viaje decide dejar el fotoperiodismo social para dedicar un gran homenaje fotográfico al esplendor de la fauna y flora del planeta.

“Esa idea de plasmar lo más cotidiano de la naturaleza con nuestro cuerpo me pareció simple y a la vez muy atractiva. De ahí surge la idea para realizar Anatomía natural, salvaje”.

Emilio Jiménez: Instagram