Cate Blanchett fotografiada por Robin Sellick en 1994
Cate Blanchett tiene un aura especial. Un aura vinculada a una inteligencia y a un talante democrático que, confiriéndole respeto casi universal, la han llevado a presidir el olimpo de las actrices de nuestro tiempo.
Nacida en Australia, pero con raíces norteamericanas, la actriz Cate Blanchett es una de las intérpretes más prestigiosas y respetadas de la industria del cine, uno de esos fenómenos poco frecuentes en los que talento, belleza y carisma caminan de la mano y se pasean por la pantalla y los escenarios con el aplauso unánime del público.
Su carrera empezó sobre los escenarios de teatro de Australia el mismo año de su graduación (1992) con la obra Electra de Sófocles. A partir de entonces se fue adentrando en el mundo escénico llegando a trabajar junto con Geoffrey Rush, en 1993, representando la obra de teatro Oleannade David Mamet, y en 1994 haciendo de Ofelia en Hamlet.6
Su debut cinematográfico llegó el año 1994 cuando consiguió un papel en la película australiana Police Rescue. Desde ese momento, Cate se fue haciendo su propio espacio en el mundo del séptimo arte de su país natal participando en series de televisión como Heartland y Parklands mientras mantenía, al mismo tiempo, su trabajo en el teatro.
Fue entonces, cuando el talentoso fotógrafo australiano Robin Sellick disparó con su objetivo a la estrella que acaba de nacer.
Sellick es un fotógrafo australiano que inmortalizó a algunas de las estrellas más importantes durante la década de 1990. Un destacado activista contra lo que él llama "la búsqueda vigorosa de la mediocridad" en la fotografía australiana y su industria comercial (en 1995, le dijo notoriamente a Nancy Pilcher, entonces editora de Vogue Australia, que su revista era "una vergüenza internacional" y nunca funcionó para Moda otra vez).
"En Australia, los fotógrafos de revistas hacen una de dos cosas: se esfuerzan por hacer fotografías que se asemejen, lo más fielmente posible, a fotografías que han visto tomadas por otros fotógrafos en Europa o América, también conocidas como plagio; y aquellos que no han sido bendecidos con ni siquiera tanto talento elige hacer fotografías que nunca inspirarán u ofenderán a nadie de ninguna manera ".
- Extracto de un discurso de Robin Sellick en la National Portrait Gallery,
Robin Sellick: Web
Por Silvia García