Veinte fotografías de Jim Morrison para celebrar el que habría sido su 79º cumpleaños
Fallecido a los 27 años, el Rey Lagarto nos dejó para la posteridad su desgarradora y potente voz, una presencia arrolladora sobre el escenario y un seductor carisma que sigue enamorándonos.
El 8 de diciembre de 1943 nacía en Melbourne, Florida (EE.UU.), un niño que pasaría a la historia de la música por méritos y desavenencias propias.
James Douglas Morrison fue el Rey Lagarto, el líder y cantante de The Doors, un alma con una sensibilidad extrema cuya fragilidad no pudo soportar el mundo que le rodeaba y terminó despidiéndose, 27 años después, de forma trágica.
La estrella del rock más carismática, enigmática e icónica de los años 60 se consumió entre el alcohol, las drogas y el sexo. El poeta sucumbió a los placeres terrenales, anestesia para unos pensamientos demasiado lúcidos en un mundo demasiado cruel.
Sus letras, llenas de metáforas, profundas, delicadas, desgarradoras e inescrutables encontraban en la voz de su autor la mejor aliada para compartirse con cualquiera que estuviera dispuesto a escuchar activamente a un Morrison inigualable.
El escenario era hogar, refugio y descenso a los infiernos, el lugar donde se mostraba tal y como era, con sus luces y sombras, en una mezcolanza de talento, sensibilidad y sensualidad que hacía imposible no fijarse en él cuando actuaba junto a sus compañeros de The Doors.
El pasado 8 de diciembre ese alma tocado con la gracia y la maldición de quienes pueden sentir el mundo en toda su claridad habría cumplido 79 años. Desde Cultura Inquieta le recordamos con esta galería de imágenes:
Por María Toro