La pintura erótica de Carlos Barahona Possollo
Entre el tenebrismo barroco, lo grotesco y el fotorrealismo erótico, se mueven las cuerdas del arte del portugués Carlos Barahona Possollo.
Entre el tenebrismo barroco, lo grotesco y el fotorrealismo erótico, se mueven las cuerdas del arte del portugués Carlos Barahona Possollo.
Cuando vemos todos esos retratos que se hacían a finales del siglo XIX y principios del siglo XX y que estaban llenos de un halo de elegancia difuminada que hacía parecer a las mujeres hadas de cuento, pensamos que cualquier tiempo pasado fue mejor, que antes la belleza, sencillamente, era más pura, más etérea, como inalcanzable.
¿Cuánta belleza pueden encerrar las texturas de un paisaje abrupto? ¿Cuánta belleza hay en la voluptuosidad de un cuerpo? ¿Cuánta belleza hay en la naturaleza y en la anatomía, en la anatomía de la naturaleza? De todo eso, y más, hay en la sugerente obra del fotógrafo chileno Martín Navarro.
Scarlett Johansson and Dita Von Teese. Fotografías obra de James White realizadas allá en el 2006 para Flaunt magazine.
Os presentamos Tabook, un cortometraje ingenioso y poco convencional, que se rie de los tabúes de nuestra sociedad.
Como una mezcla vintage entre los desfiles de la firma "Victoria´s Secret" y la mítica escena de "Abierto hasta el amanecer" en la que Salma Hayek se contoneaba con una pitón amarilla en su cuello al ritmo de "After Dark", el atrevido y visionario show de esta película francesa de los años 50 os va a parecer de lo más sugerente.
El erotismo en la literatura es casi tan antiguo como el arte de contar historias.
En esta serie de imágenes, comprobamos cómo la química con los modelos es uno de los elementos más importantes a la hora de proyectar sensualidad.
Edgar Allan Poe, Lovecraft o el mismísimo Goya con sus "Pinturas Negras" son artistas que han encontrado belleza en el lado oscuro, en todo lo inquietante y lo bizarro que tiene que ver con el infierno, la maldad y lo aberrante conectando, así, con ese gusto que muchos tenemos por lo que nos inquieta y nos produce desasosiego.
Hay algo de misterioso y de fascinante en esos límites que muchas veces existen entre las pinturas que parecen fotografías y las fotografías que parecen pinturas.