Hace unos días, varios ciudadanos de la capital española aseguraron sorprendidos que fueron testigos de cómo varias personas inundaban las calles y los metros de la ciudad en pijama, como si estuvieran en su casa.
Este, año, la guerra en Ucrania ha marcado el panorama económico internacional, en los deportes destaca el Mundial y en la parte social se respira la incertidumbre… ¿Qué es lo que más le hemos preguntado al oráculo de Internet?
El escritor francés Michel Houllebecq sugiere en su última novela Aniquilación que el Internet, en vez de conducir hacia el supuesto progreso, nos arrastra hacia la ineludible decadencia de nuestra sociedad nihilista.
Gracias a Pijama Surf.
Las serpientes siempre han sido unos reptiles con muy mala fama. Que si son venenosas, que si son peligrosas, que si son unas depredadoras malhumoradas, escurridizas... Estos reptiles son buenos o malos dependiendo del ojo que los mire.
Treinta años atrás, allá por 1992, en Internet existían sólo una decena de páginas webs. Desde 1992 el número ha crecido exponencialmente hasta llevar a los casi 1.966 millones que contabilizó la web de datos Internet Live Stats en el momento de publicación de este artículo.
El hombre de las estrellas predijo en una entrevista hace ya 20 años, algunos aspectos más que relevantes sobre Internet y las nuevas comunicaciones que se han cumplido.
Somos muy conscientes de que, en la mayoría de los casos, las comparaciones son odiosas e hirientes pero, por suerte, en otros muchos casos hay comparaciones curiosas, otras llenas de humor e incluso algunas llenas de belleza.
Las posibilidades que la aparición de internet nos ha dado son innegables, pero muchas veces no somos conscientes del enorme poder que tiene. Nadie nos ha enseñado, que al igual que en la vida real, para bien y para mal, los mensajes lanzados en la Red tienen sus consecuencias.
No hay nada más grande que una abuela en la vida. Su amor, achuchones, sus pellizcos y esos besos que se escuchan desde la Luna y que, solo ellas, saben dar. Pero, y sus consejos... ¡Ay, esos consejos valen oro!
Damos fe de que redactar puede llegar a ser como andar por un campo de minas; una coma mal puesta, una letra fuera de sitio o una errata rebelde pueden alterar todo el sentido de las cosas; desde nuestra redacción mandamos todo nuestro apoyo y nuestra solidaridad al redactor de este titular.
