La devastadora belleza de la naturaleza en las imágenes del volcán Fagradalsfjall en erupción
Es un acto de devastadora belleza que la naturaleza irrumpa con su ira en un entorno que sentimos como nuestro pero que en realidad es suyo.
Es un acto de devastadora belleza que la naturaleza irrumpa con su ira en un entorno que sentimos como nuestro pero que en realidad es suyo.
Ni conciertos de grandes estrellas del rock, ni musicales de renombre, ni un reñido campeonato deportivo… No hay mayor espectáculo que el que ofrecen algunos animales en lugares inesperados del mundo.
Igual la comparación es bastante friki, pero imaginad por un momento que en el "Jurassic Park" del multimillonario John Hammond sustituimos los depredadores prehistóricos por esculturas colosales de arte contemporáneo.
Llevamos años preguntándonos sobre la vida en otros planetas, si la hay y cómo sera; desde luego, si hay vida en la galaxia, irremediablemente debe haber fauna y flora y puede que sea algo parecido a esto.
Vivimos pensando que somos los dueños de todo y que podemos explorar y explotar cualquier rincón de la Tierra, pero cuando nosotros ya no estemos, el planeta nos habrá sobrevivido otra vez porque es lo único poderoso e infinito que existe.
Michael Shaimblun consigue en sus impresionantes fotografías de espacios naturales y paisajes, aquello que no conseguimos los demás; logra inmortalizar las atmósferas como si las estuviéramos respirando y viviendo.
Hemos visto muchos ejemplos arquitectónicos de viviendas que se integran en la naturaleza conviviendo con ella; luego puede ocurrir lo contrario, que sea la naturaleza la que se integra con ciertas viviendas como esta.
El director de cine Darren Aronofsky explicaba en su debut 'Pi: Fe en el caos' cómo los números y las matemáticas estaban presentes en todo lo que nos rodeaba.
Cuando llega el momento de planificar vacaciones existen dos tipos de personas: aquellas que están dispuestas a acampar disfrutando de la naturaleza y los que nunca se apuntaría a este plan.
Viendo esta impresionante captura podemos pensar que estamos ante una película de catástrofes a lo Roland Emmerich, pero si hay algo que el 2020 y el 2021 nos han enseñado es que la realidad siempre supera a la ficción.