Lo tenemos clarísimo, si hay algo que nos dibuja una sonrisa en la cara, es recordar cualquier tiempo pasado o cualquier objeto de esos días que se fueron y que nos producen una extraña mezcla de afecto y vergüenza ajena.
Cuando la sencillez te toca el alma con la suavidad de una pluma.
Cuando somos adolescentes el mundo se vuelve seguro en la intimidad de nuestro cuarto. Las paredes se convierten en todo un manifiesto vital a golpe de los grupos, garabatos e iconos en los que querer mirarnos por el resto de nuestra vida, esa que creemos entonces que es y será eterna.
El artista británico reflexiona sobre la obsolescencia de los objetos utilizando en sus peculiares obras formatos olvidados.
Los portales, esa antesala a las vidas propias y ajenas. Un espacio dado a la espera, a la llegada y a la salida de nuestra rutina.
Los nostálgicos fans de este entrañable extraterrestre, llevamos un par de días con el moquillo y la lagrimilla colgando porque nuestro querido E.T. ha vuelto a "su casa en la Tierra" para reencontrarse con su buen amigo Elliot.
Que el fin del mundo nos pille bailando, es la primera idea que nos viene a la cabeza cuando vemos esta serie fotográfica de discotecas abandonadas que parecen haber sobrevivido a un apocalípsis y guardan, celosamente, entre sus insonorizados muros, las historias de toda esa gente que vivió allí una última fiesta.
Hace dos días que apagó para siempre su bola de cristal Lola Rico, escritora, guionista, visionaria y arquitecta del imaginario colectivo de toda una generación que crecimos, cada sábado, a golpe de surrealismo electroduende.
Nos flipan los experimentos fílmicos que juegan con la nostalgia, la ilusión y el paso del tiempo; como en la maravillosa "Boyhood" de Richard Linklater en la que se veían los momentos de vida de una familia grabados en tiempo real, nos sigue emocionando este vídeo que se hizo hizo viral en YouTube.
¡Aquí tenemos al nuevo Simba! Y debemos admitir que es tan emocionante y espectacular como el que tenemos todos en la memoria. Eso sí, para volver a enamorarnos, tendremos que esperar hasta el próximo verano.
