Las religiones y las creencias cada uno las vive o las experimenta como quiere. Hay quienes lo hacen desde la fe y el recogimiento, quienes lo disfrutan desde la tradición y el folklore o, incluso, quienes lo viven desde el arrebato, el delirio o el éxtasis.
No somos animales socialmente integrados si no vemos una media de ocho horas de ficción a la semana; es por eso que en los últimos años, la seriefilia ha sufrido un crecimiento exponencial que se ve continuamente potenciado por el hype que creamos en las redes sociales y por los fenómenos de fans que series como “Breaking Bad”, “Juego de Tronos” o “Lost” (todo empezó en esa isla) han generado alrededor del mundo.
¿Habéis reparado alguna vez en lo extraño que es sentir nostalgia de algo que no habéis vivido? Toda una generación de actuales treintañeros alucinaba hace dos décadas, incluso tres, con películas como “Grease” “Rebelde sin causa” o series como “Aquellos maravillosos años” que estaban ambientadas en décadas que habían vivido nuestros padres.
Sabemos que contamos con innumerables yonkis del cine y las series entre nuestros fieles inquietos, y porque os consideramos sensibles y receptivos a las emociones que causa la ficción, creemos que es de recibo que dediquemos, os dediquemos, una sección sobre el séptimo arte, ese arte atemporal que tanto ha hecho por la cultura, pero sobre todo, que tanto ha hecho por saciar las inquietudes que provoca nuestro deseo de vivir mil vidas en una.
Gracias a Luiki Alonso
Pasan los años y nos sigue fascinando y, a la vez, pareciendo muy extraña esta serie de David Lynch. Excéntrica, misteriosa, cachonda a veces, con una música alucinante a cargo de Angelo Badalamenti que, entre otras cosas, hacen de ella una serie de culto, una serie maravillosa e imperfecta
Si es que entre los Lannister, los Stark, los Targaryen etc nos tienen a muchos locos, caramba. Ya hasta en las casas vemos personajes de la extraordinaria serie basada el las novelas fantásticas de George R. R. Martin..
Este artículo contiene spoilers de Juego de Tronos.
Horngry:
1. El acto de estar cachonda y hambrienta al mismo tiempo.
2. Una forma de desesperación que contiene elementos de lujuria carnal o hambre insaciable.
Por Urban Dictionary
Serie de la fotógrafa belga Marie Bourgonjon.
Decir que el artista de Dallas, Gabriel Dawe, ha encontrado una manera de recrear un arco iris en el interior de una sala, es, probablemente, la mejor descripción de su serie de instalaciónes Plexus. Originario de México, Gabriel crea redes de hilos de colores, cuidadosamente construidas, utilizando la secuencia de colores del arco iris.
Gabriel elige espacios grandes y abiertos para sus instalaciones.
Howard Schatz y Beverly Ornstein: Los diferentes tipos de cuerpos de los atletas olímpicos
El fotógrafo neoyorquino Howard Schatz captura la diversidad de tipos de cuerpos de los atletas olímpicos. Al referirnos a un cuerpo como atlético suele considerarse que es una masa muscular de ondulación ideal, que cuenta con unos abdominales perfectos, pero la serie de Schatz revela la gran variedad de alturas, anchuras, formas corporales, y masas musculares que conforman el físico de los atletas campeónes de todo una serie de deportes olímpicos.
Altos, bajos, ligeros y pesados, la serie de Schatz muestra claramente el amplio espectro de tamaños y formas que presentan estos disciplinados atletas. Dependiendo de su campo dentro del atletismo, sus cuerpos se encuentran todos en óptimas condiciones, a pesar de parecer tan diferentes unos de otros. Mientras que los atletas de las carreras de larga distancia suelen ser delgados, esta característica física no es deseable para un levantador de pesas o un luchador, que necesitan más fuerza y peso para ganar sus respectivos títulos. Del mismo modo que son preferibles largas piernas para un velocista, y es un torso grande lo que favorece a los nadadores. En cualquier caso, los atletas olímpicos nos presentan aquí, su versiónes de un cuerpo atlético.
