Después de 85 años siendo un museo, Santa Sofía se convertirá en una mezquita

Estambul es una ciudad mágica. Sus calles, sus olores, sus colores son difíciles de olvidar una vez los has conocido. Santa Sofía o, como la llaman los turcos, Ayasofya, es uno de los símbolos de esta maravillosa ciudad.

 

Interior de santa sofía
Interior de Santa Sofía

 

Hace unos días recibíamos la mala noticia, el tribunal máximo administrativo del país ha fallado a favor de convertirla en mezquita y el Gobierno firmaba el pasado viernes el decreto por el cual perderá su carácter laico.

Un hecho que no sería negativo si no supusiera la posibilidad de que las autoridades turcas eliminen los mosaicos bizantinos centenarios que la adornan y el posible cierre a los visitantes, a pesar de que, según los informes, los turistas tendrán (de momento) acceso al lugar, excepto en el tiempo de oración.

Construida durante el mandato de Justiniano entre los años 532 y 537 es una de las obras maestras mundiales del arte bizantino, siendo antiguamente una catedral bizantina y una mezquita otomana después, hasta su declaración como museo en 1935 por Atatürk.

 

Exterior iglesia de santa sofía
Iglesia de Santa Sofía

 

Santa Sofía está situada en el punto más alto de Estambul, dibujando el skyline de Estambul con sus cuatro minaretes y su impresionante cúpula. En nada desmerece su interior con una iluminación tenue que le confiere un aire misterioso y unas columnas, mosaicos y medallones decorativos de gran valor histórico.

El gran temor de los historiadores del arte y los conservacionistas es que las autoridades turcas decidan cubrir o eliminar los mosaicos bizantinos centenarios y la iconografía cristiana que adornan la estructura, al igual que ya se hizo en otras iglesias convertidas en Turquía, con la pérdida cultural y simbólica que esto supone.

 

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Interior de Santa Sofía

 

La UNESCO, que nombró a la iglesia de Santa Sofía como Patrimonio de la Humanidad en 1985, ha emitido un comunicado en el que "lamenta la decisión de las autoridades turcas", recordando que «los estados tienen la obligación de garantizar que las modificaciones no afecten el Valor Universal Excepcional de los sitios inscritos en sus territorios».

 

 

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