Expresividad y emoción en los retratos bordados de la artista textil Ruth Miller
Los colores y la mágica forma que tiene de entretejer los distintos hilos crean una serie de obras de un gran realismo.

La primera vez que se tiene de frente una de las obras de Ruth Miller, se tiende a pensar que estamos ante un cuadro, pero no es así. Esta artista textil crea bordados en los que retrata las profundas emociones de los protagonistas de sus retratos con una sensibilidad irreal para estar hechos de lana.
Miller, de origen norteamericano, comienza su proceso creativo con el simple trazo de un lápiz en un folio en blanco, reproduciendo retratos que ve en fotografías ajenas. Tras inspirarse, llega el momento de hacer magia con la lana, tejiendo los hilos para crear un dinamismo lleno de color que nos fascina.


Jugando con los distintos tonos de los hilos, la artista consigue crear la ilusión de movimiento en sus obras, como si se tratasen de fotografías y no de retratos bordados por sus propias manos. La luz, la oscuridad, los pequeños detalles en el cambio de color de los rostros y las prendas de ropa… no hay detalle que se le escape a Miller.
“Durante los meses que están en mi estudio, las historias que cuentan se vuelven más concretas y claras en mi mente, tal y como sucedería durante una larga conversación”, escribe la artista.



Además del alto grado de detalle, las obras de esta norteamericana son bastante difíciles de pasar por alto, ya que en su mayoría se hacen a escala real. La artista uede tirarse meses completando uno de sus retratos, empapándose de su narrativa, imaginando qué pasaría por las mentes de sus protagonistas cuando les tomaron la foto.
Mirar de frente un retrato bordado de Miller es fundirse entre los hilos que tejen la historia de cada uno de sus protagonistas, dejándonos llevar por su dinamismo y color.

Ruth Miller: Instagram
h/t: ThisIsColossal
Por María Toro