Tradiciones polémicas: la procesión con palomos disfrazados en La Candelaria
Cada año, una localidad española de Jaén se pregunta de qué se vestirán las aves como celebración de una festividad cristiana, una práctica que los grupos animalistas consideran maltrato.
La Candelaria es una fiesta en la que los cristianos celebran la presentación de Jesús en el templo y, en el municipio jiennense de Alcalá la Real, es el momento marcado en el calendario de todos sus vecinos.
En esta jornada, la pregunta que más se escucha es: ¿de qué irán los palomitos?
Porque sí, en esta localidad jiennense existe desde hace mucho una tradición un tanto curiosa y, para los grupos animalistas, cruel.
La cofradía del Dulce Nombre de Jesús y la Santa Caridad, junto con la de la Virgen de las Mercedes, se encargan de vestir a dos parejas de palomos, animales de verdad, para celebrar La Calendaria a su especial manera.
Las aves, tras ser disfrazadas, salen como las grandes estrellas de la procesión de Alcalá la Real. Los trajes están relacionados con algún evento o momento histórico en concreto y se pegan a su pelaje.
Este año, los disfraces han rendido homenaje a los papas Francisco y Benedicto XVI, pero en otras ocasiones se ha podido ver a los palomos ataviados como futbolistas, penitentes, ancianos e incluso con trajes de mantilla.
Para los animalistas, esta práctica se trata de un maltrato en toda regla a las aves, ya que se les somete a un gran estrés y a unos niveles de ruido que pueden terminar con sus vidas.
Algunos vecinos de La Calendaria, por el contrario, defienden que a los animales se les cuida con mimo.
El debate está servido y todo parece apuntar a que la procesión saldrá el año que viene de nuevo, si nadie ni nada lo frenan.
Os dejamos con un vídeo de la procesión:
Por María Toro
