La ilustradora Ana Belén Rivero y el arte de reirse de uno mismo
La naturalidad, el delirio y el humor son tres ejes fundamentales del storytelling de la artista granadina Ana Belen Rivero. Un máster imposible de pagar, el paro y una imaginación desbordante y desbordada, fueron detonantes para que Ana Belén decidiera reivindicar sus aventuras vitales.
Todo empezó el día que la artista decidió irse de vacaciones con su coño. Cada uno con su maleta y sus enseres empezaron a viajar por la red y a narrar sus aventuras y martirios hasta materializarlas en el cómic "Somos pobres en euros pero ricos en pelos de Coño". Un proyecto que rebosa "orgullo coñudo" y que se hizo posible gracias al sistema de crowfunding y a mucha empatía y valentía.
Ana Belén es fanlover de las croquetas y tiene el don de saber reirse de ella misma y de las miserias que le otorga la vida y la naturaleza más pueril. Cada viñeta es un soplo de aire fresco, un rincón repleto de creatividad al que te quieres asomar para olvidarte de la cruda realidad. Tiene el don de llegar donde nadie se atreve y consigue conectar con nuestros sentimientos más primitivos. Nos recuerda nuestra condición humana y eso nos hace más fuertes, nos hace mejores personas. Hasta Lee Ranaldo, de Sonic Youth ha sucumbido a la magia de la artista y a la sana costumbre de saber reirse de todo empezando por uno mismo.
Miserias varias, críticas sociales, retratos sin filtros de la realidad más cruda, Ana Belén y su Idiosincrasia, hacen que nuestros días grises de mierda cósmica se conviertan en días de volver a creer en los unicoños de colores, en la especie humana y sus inmundos encantos. La vida se ve mejor desde los enormes y vivos ojos de Ana Belén Rivero.
Por Silvia García