“La vida de cada hombre afecta a muchas vidas. Y cuando él no está, deja un hueco terrible”. Un abismo. Mucho más grande que el que se abría, con el ímpetu de un río, ante un tipo llamado George Bailey (James Stewart). Un hombre que, amargado, desea una y otra vez no haber nacido.
En Navidad y Reyes Magos hay una imagen que se repite en muchos hogares, al menos en los países donde los padres tienen más recursos: los niños ansiosos, al pie del árbol de Navidad, rasgando los papeles de regalos para descubrir qué hay dentro y luego pasar, frenéticamente, al próximo regalo.
Para Rizsavi Tamás, la fotografía es una manera de capturar un momento efímero. Es un baremo para comparar los tiempos pasados con los modernos, recordar los días que ya no volverán y revelar la magia que hay en los rincone de una ciudad. Y qué mejor ciudad para hacer eso que la bella y decadente Budapest
George Michael falleció el el 25 de diciembre de 2016. "Con gran tristeza podemos confirmar que nuestro amado hijo, hermano y amigo George falleció de manera pacífica en su hogar durante la Navidad", informaba el 25 de diciembre de 2016 su agente de prensa.
La Navidad ya está aquí, para alegría de muchos y descontento de otros tantos.
Por Jennifer Delgado Suárez de El Rincón de la Psicología
Soy un navegante espacial cualquiera que cada cierto tiempo necesita volver a su casa, que en realidad es la casa de sus padres y la única que denomino como tal. Allí huele a aceite y a suavizante, y en diciembre a lumbre y a frío, que se cuela sibilino por la ventanas entre el sol de invierno.
Nunca es tarde si la dicha es buena, que suelen decir por ahí. De eso va este anuncio que nos ha sacado la sonrisa y las lagrimillas a partes iguales. De eso y de mucho más: de la emigración, del amor de un abuelo que mueve montañas y traspasa barreras de todo tipo y...pasen y vean.
Escarbar en las profundidades del alma es el único lujo que podemos permitirnos la mayoría de los mortales. Ir a nuestros sitios secretos y recuperar una sensación en la que poder volver a regodearnos es algo que hacemos casi de manera inconsciente porque sabemos cómo; únicamente hay que hacer viajes de retorno, no hace falta ni que nos movamos del sitio, una canción, un olor, una frase, una voz o una película pueden ser nuestros billetes de vuelta, y siempre estamos dispuestos a comprarlos.
Hay ciudades a las que les sienta bien el espíritu navideño, como es el caso de Londres. Si tenéis la suerte de andar por allí en esta época, es posible que os duela el cuello de mirar hacia arriba. Podemos tener una relación amor/odio con estas fechas, pero sin duda, el empeño por embellecer las ciudades a base de luces y obras de arte no nos deja indeferentes.
En muchos hogares se mantiene la tradición de hacer sus propias decoraciones de Navidad, y cada vez son más personas optan por hacer también su propio árbol de Navidad.
