A la ciudad de Madrid no le hace falta tener mar, tampoco le importa el frío helador del invierno, ni el calor asfixiante que la ahoga durante el verano. La capital es una urbe de intangibles deseables, donde el ambiente es siempre el idóneo y los contrastes son celebrados. Un lugar que reúne los caminos, sueños y retos de cientos de miles de personas bajo un mismo cielo.
A finales de agosto se inauguraba la intervención del artista urbano cántabro Óscar San Miguel, conocido internacionalmente como 'Okuda'.
Tras Picasso, Matisse u Okuda, ahora es el pintor contemporáneo Amary Dubois el afortunado que ha podido desplegar su arte en una iglesia para liluminarla-e iluminarse- de misticismo creativo.
Lo han vuelto a hacer. Este colectivo de artistas urbanos han vuelto a salir a las calles para recordarnos lo importante y llenarlas de belleza, color y esperanza.
Game Changer es el nombre de la última obra de Banksy, un bonito y merecido homenaje al personal sanitario por su lucha contra el Covid-19.
París, Seattle o Barcelona son lienzos en blanco en los que plasmar arte y creatividad aun en tiempos de pandemias y confinamientos.
Compartimos con vosotros el programa de la semana del 27 de abril al 3 de mayo de 'Charlando con', el programa en directo de entrevistas de Cultura Inquieta.
Todo sería genial si tuviéramos el poder de dar luz, color y magia a aquello que nos parece gris en la vida; si además pudiéramos hacerlo a golpe de brochazo, spray, arte, creatividad e imaginación, estaríamos todo el día pintando un mundo mejor.
Rodeada de nieve, esta cabeza geométrica multicolor coronada por una cresta de pinchos, ha sido instalada junto al lago Saisari, en Yakutsk, capital de la región próxima a Siberia y considerada la más fría del mundo.
Con el color y la geometría en vena, el artista santanderino Okuda lo ha vuelto a hacer; ha vuelto a empapar de arte un lugar.
