Cinco claves para recuperar el erotismo
¿Por qué en una sociedad hipersexualizada cada vez se mantienen menos relaciones sexuales? La respuesta está en la pérdida del erotismo. Os damos cinco claves para recuperarlo.
¿Por qué en una sociedad hipersexualizada cada vez se mantienen menos relaciones sexuales? La respuesta está en la pérdida del erotismo. Os damos cinco claves para recuperarlo.
Hay artistas que entienden la carne de la que consta nuestro cuerpo como una materia prima que puede convertirse en arte transgresor y provocador, arte que pueda generar una conversación con nuestros deseos más profundos. Rita Lino es una de ellas.
Puede que para muchos y muchas sea ridículo seguir reivindicando que la mujer también es un ser sexual que disfruta del placer, pero nunca está de más seguir dando visibilidad a algo que durante siglos ha sido un tabú y un motivo de vergüenza para muchas.
A pesar de haberse instaurado como uno de los sentimientos más antiguos del mundo, el amor se construye, se destruye y se deconstruye continuamente. Hay tantos tipos de amor como almas pueblan el universo, pero el sentimiento es algo común a todos y a todas; el motor que hace que la vida valga la pena.
Cuando alguien piensa en lo que le provoca algún tipo de deseo carnal -aquello que "le pone", básicamente-, cada cual piensa en filias o fetiches diferentes, pero los momentos de intimidad y la naturalidad para disfrutarlos con libertad y sin tapujos son algo común a todos los mortales.
Aunque en el mundo hay muchas lenguas que dan lugar a diferentes lenguajes, hay uno que hablamos todos y todas: el lenguaje del sexo.
20 años dan para mucho. A los 20, hemos besado, soñado, jugado, nos hemos enamorado, desilusionado, superado, empoderado y, sobre todo, hemos alcanzado muchas fantasías y muchos orgasmos.
Hay mucha gente que es capaz de asociar los sentimientos y las sensaciones a los colores. Si todos y todas pudiéramos tener ese talento, ¿con qué colores identificaríamos el sexo y el amor?
No hay nada más poderoso que la imaginación, nada que estimule más nuestros sentidos y deseos que aquellas formas, sentimientos o palabras que se hacen realidad en algún rincón de nuestras mentes o almas.
Resulta realmente curioso, por usar un eufemismo cualquiera, que el aparato genital femenino siga siendo un gran desconocido incluso para un alto porcentaje de aquellas personas que lo tienen. Hay toda un explicación social y cultural detrás de este hecho.