Si sois de novelas de Stephen King, de podcasts de misterio, de películas de fantasmas y espíritus y de vivir experiencias extremas, os hemos planificado para vuestras próximas vacaciones un recorrido maldito alrededor del mundo por 13 ubicaciones encantadas.
"He cruzado océanos de tiempo para encontrarte" es una frase que lleva resonando en nuestras cabezas y en nuestros corazones 30 años. Es la inolvidable frase que Drácula le dice a su amada Mina en esa obra maestra del cine contemporáneo que es "Drácula de Bram Stoker".
Miles de juguetes abandonados se desperdigan por el islote en una escena propia de una película de miedo.
El terror y el fantástico son dos de los géneros cinematográficos peor tratados por la crítica y el público pero, curiosamente, tienen una legión de admiradores que se cuenta por millones alrededor del mundo.
Sudores fríos, temblores, palpitaciones, angustia, desconcierto...son algunas de las sensaciones que sentimos cuando despertamos con una pesadilla entre los dedos.
Aunque seas un cinéfilo empedernido, puede que como muchos otros trates de evitar algún género. El cine de terror puede ser quizás el género más evitado por muchos amantes del séptimo arte, y es que te puede encantar el cine, pero prefieres pasar de los sustos.
Muy pocas películas puede presumir de haberse llevado premios Oscar en todas las categorías principales. Pocas películas pueden presumir de haber impactado al público como en su momento lo hizo la historia del caníbal más famoso del cine.
El cine de terror tiene varios subgéneros: gore, psicológico, teen, paranormal o found footage, pero hay un subgénero en particular que gana adeptos generación tras generación y que, en contraposición a la cantidad de muertes que genera en pantalla, nunca muere: el slasher.
Hay todo un imaginario relacionado a nuestras infancias que, gracias a creencias populares, cuentos y leyendas de todo tipo, ha perdido su halo de inocencia para provocarnos auténtico terror.
Los payasos son los mayores fracasados que existen sobre la faz de la tierra y no porque su misión en la vida no sea de lo más honrosa y necesaria, sino porque en muchos muchos casos, no la consiguen.
