Una planta con 32.000 años regenerada a partir del permafrost siberiano
- Última actualización: 5 Octubre 2021
- Sostenibilidad
Como en esa joya cinematográfica de la Pixar que es 'Wall-E' y en la que la esperanza del planeta estaba en una pequeña planta conservada en un botín, quizás la esperanza de la humanidad ahora esté en el hielo.
Aunque hay serias advertencias acerca del permafrost, el suelo congelado de regiones muy frías o glaciares que retiene gases de efecto invernadero como el carbono y el metano que son los causantes del cambio climático, lo cierto es que este tipo de superficie también es un excelente conservador.

En el permafrost de las regiones árticas del mundo se ha hallado desde un mamut hasta plantas antiguas, constituyendo una fuente para que los científicos puedan aprender mucho de estos descubrimientos biológicos.
En 2012, un equipo ruso de investigadores regeneró una serie de plantas fértiles y florecientes de la especie Silene stenophylla a partir de vainas de semillas con 32.000 años.
Este impresionante logro fue detallado en un artículo de las Proceedings of the National Academy of Sciences, un logro que presagia otros desarrollos que podrían surgir del permafrost.
El descubrimiento de estas vainas de semillas prehistóricas fue parte de la excavación más grande llevada a cabo en antiguas madrigueras de hibernación de ardillas terrestres en depósitos de hielo en Siberia.

Los suministros de alimentos de las ardillas habían quedado atrapados y preservados en las madrigueras, proporcionando una gran cantidad de evidencia biológica. El fruto de Silene stenophylla se remonta específicamente a la época del Pleistoceno. Anteriormente, la planta regenerada más antigua era una palmera datilera de Judea que tenía unos 2.000 años.
El equipo ruso primero intentó utilizar semillas maduras de las vainas de la fruta, sin embargo, estas semillas no pudieron generar una planta por lo que el equipo probó tejido placentario de semillas inmaduras.

Usando tecnología de clonación, se obtuvieron 36 plantas a partir del material antiguo. Si bien se parecían a la moderna Silene stenophylla que todavía crece en el área, una vez que las plantas florecieron, los pétalos se espaciaron más entre sí que en la versión moderna.
Estas plantas de 32.000 años podrían ser la clave para descubrir más secretos del permafrost, más secretos del planeta, más secretos de nosotros mismos.

h/t: My Modern Met
Por Wine Not