¿Habéis tenido alguna vez la sensación de haber nacido en una época equivocada? Cuando sentimos que hemos nacido en el momento histórico erróneo, no hay bisturí ni hormonas que puedan ayudarnos, es cuestión de adaptarnos o lintentar hacer algo para cambiar nuestro entorno, nuestro momento.
"No hay mal que por bien no venga", advierte un refrán popular. Y si bien en muchos casos esta máxima prueba ser correcta, parece que en lo que se refiere al amor, y en específico a una ruptura en la que una de las partes deja a la otra, aplica con aún más contundencia.
La deshumanización acelerada que bulle con las nuevas tecnologías, el amor que se aleja de lo natural y lo tangible, el poder y el individualismo y, al final, la soledad a la que nos vemos abocados casi sin tregua. Todos estos conceptos se unen en la obra del ilustrador italiano Marco Melgrati, que hace una crítica al estilo de vida actual en una serie de desesperanzadoras ilustraciones.
Vivimos absortos en nuestro mundo virtual, más pendientes de nuestras multipantallas que de la vida real. A veces, se nos olvida mirar alrededor y comunicarnos como hacíamos hace unos años. El artista Biancoshock, ha creado un espectacular proyecto titulado “WEB 0.0”, donde transforma las famosas redes sociales que todos usamos a diario, en parte del mobiliario urbano de un pequeño pueblo italiano, para hacernos reflexionar sobre cómo está cambiando la sociedad con la llegada de internet y nuestro modo de relacionarnos. Pero todavía quedan reductos en el mundo...
Nadie es perfecto, las madres tampoco lo son y a veces nos cuesta asumirlo. Por esa demanda emocional, social y todas las injusticias que sufren a diario las madres, nació el Club de Las Malasmadres.
La compañía tecnológica Limitlees, situada en Singapur, ha realizado un proyecto cuyo objetivo es denunciar las grandes desigualdades que existen en India y que se manifiestan en la manera que tienen los turistas de encuadrar sus fotos para compartirlas en las redes sociales. La serie fotográfica nos hace reflexionar sobre cómo los viajeros muestran una realidad parcial donde se obvia la pobreza, la contaminación y la miseria. Un proyecto que ellos defienden diciendo que sólo cuando la gente se da cuenta del estado de las cosas y sale de su zona de confort es cuando empiezan a hacer algo para cambiarlo. Un poco de negatividad puede ser necesaria para un cambio positivo.