La naturaleza está tan llena de criaturas, ecosistemas y fenómenos que son como una infinita caja de sorpresas llena de curiosidades y rarezas que no dejan de sorprendernos.
Siempre hemos oído hablar de las puntas de los icebergs (de manera literal y metafórica) para referirnos a que es muy poco lo que vemos, que bajo la superficie hay mucho más por descubrir. ¿Cómo será un iceberg en esa parte que no vemos, en esa parte que le da continidad a su cima?
En estas bellas y curiosas fotografías del diseñador gráfico y cineasta Alex Cornell, lo descubrimos.
Durante una expedición en la Antártida, Cornell tuvo la rara oportunidad de ver un enorme iceberg que se había dado la vuelta recientemente, revelando una parte inferior azul y flúor extraordinariamente viva.
Con el hielo sorprendentemente pulido que va desde las tonalidades aguamarina hasta el verde azulado oscuro y casi el negro, este impresionante espécimen se parece "más a un artefacto galáctico que a algo terrestre", según declaró Cornell a los medios.
Los icebergs normalmente son blancos debido a las burbujas de aire atrapadas en su interior, dice Jan Lieser, glaciólogo marino del Antarctic Climate & Ecosystems Co-operative Research Center en Tasmania.
El color azul profundo de este iceberg indica que prácticamente no hay inclusión de aire, muy probablemente como resultado de la presión ejercida por la acumulación de nieve que extingue todo el oxígeno.
Lo que vemos de un iceberg es solo alrededor del diez por ciento de su totalidad, la mayor parte de la masa se oculta debajo de la superficie del agua.
El Dr. Lieser explica: "Mientras el iceberg está en el agua, en realidad se derrite, por lo que llega un momento en el que su masa se descompensa y en algún momento que nadie puede predecir, estos icebergs se mueven y se giran".
Esos movimientos, que son extraordinarios de presenciar, a veces son incluso lo suficientemente poderosos como para crear efectos parecidos a los de un tsunami.
