Los artistas surrealistas plasman casi literalmente las ideas que surgen de su pensamiento y las llevan a la realidad. Estas son las de Alexandra Dillon.
Casi seguro que todos tenemos por casa brochas viejas de pintura que no usamos, pinceles, palas cuchillos, etc... Estos objetos pueden ser muy inspiradores para que la mente de un artista comience a divagar y pensar en ponerle cara, y por qué no nombre y apellidos a sus utensilios cotidianos, por que para Alexandra Dillon "Un retrato vale más que mil historias".
Esta artista surrealista afincada en Los Ángeles, ha pintado una serie muy original de retratos en estos objetos. Un trabajo en el que se asegura de que cada rostro sea único y que transmita la vida que esa persona haya vivido a través de su aspecto y expresión. Caras inspiradas en momias romanas, pinturas de maestros antiguos que para Dillon reflejan nuestro ser más profundo. Os dejamos con elas par que os transmitan algo a vosotros mismos.
En este trabajo, cuyos pinceles, muchos de ellos, le han sido donados por otros artistas, ha utilizado algunas herramientas duras como las hachas o los cuchillos, elementos que según la artista alude a motivaciones internas y roles sociales. Para ella, las "almas viejas" sobre las palas nos recuerdan a la mortalidad y la resurrección".
Para Dillon, cada uno de sus personajes tiene un conjunto de sueños, decepciones, psicología y equipaje. Para la artista, ellos son nosotros.
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