La artista busca explorar la identidad femenina a través de una obra intensa llena de erotismo, emociones e intimidad.
Dorda siempre tuvo claro que quería dedicarse al arte. A pesar de que sus comienzos estuvieron vinculados a la escultura, ha sido la pintura donde ha encontrado la vía para explorar el universo de la sexualidad femenina de una manera muy personal.
La gestualidad y las sensaciones dominan un trabajo que transmite vulnerabilidad a la vez que se percibe como valiente y desafiante.
Lucian Freud, Euan Uglow, Paula Rego, Nobuyoshi Araki, Baselitz son solo algunos de sus referentes a la que tenemos que sumar la figuración inglesa de Freud, Bacon y Paula Rego que descubrió a su llegada a Londres, lugar donde se estableció muy joven.
Aunque la expresión del rostro y del cuerpo son las protagonistas de sus pinturas, disfruta trabajando la piel y sus tonalidades con sus infinitas posibilidades cromáticas. Así es como pone de manifiesto su visión del placer femenino sin vetos de ningún tipo y con una mirada femenina.
Los retratos de Yolanda Dorda nos muestran a mujeres liberadas y entregadas al disfrute de su sexualidad sin necesidad de buscar la satisfacción masculina ni tampoco su presencia.
La infancia como "etapa que va a definir quienes vamos a ser" es otro de los temas recurrentes de su obra. La pintora entiende la niñez como el lugar donde lo real y lo imaginario se dan la mano y donde creamos nuestros propios recuerdos o elegimos con cuales quedarnos.
De nuevo la presencia de una parte tan vulnerable como oculta, oscura y muy vinculada con el dolor que causa la pérdida de la inocencia. Dorda intenta desenmarañar a través de los pinceles el despertar de la protección de ser niño para enfrentarnos a la vida real.
Cada una de las pinturas están basadas en fotografías que la propia artista toma y modifica. Comparte que cada una de sus jornadas de trabajo empieza por la reflexión de sobre cuales de sus obras quiere trabajar ese día y que le gusta trabajar en soledad y con la música a todo volumen.
También que no busca la belleza, pero que cree que la encuentra. Vaya si la encuentra, Dorda transmite con trazos lo oculto y lo placentero. Más no puede gustarnos.
Yolanda Dorda: Web | Instagram
h/t: Elemmental