“Prisoners”: retratos policiales de finales del siglo XIX, por Arne Svenson

En su libro, Prisoners, Svenson ha adoptado a un grupo de tipos olvidados; encontró una serie de negativos de fichas policiales, los reveló y los trajo de entre los muertos.

Estas fotografías de fines del siglo XIX, de la pequeña ciudad de Marysville, California, fueron tomadas por Clara S. Smith, una fotógrafa de retratos familiares.

El telón de fondo de un jardín con luz difusa, utilizado para sus clientes de retratos, no se cambiaba cuando la policía traía a un presunto delincuente a su estudio, y para muchos de estos hombres, la foto policial era seguramente el único modo de hacerse un retrato fotográfico.

Hay una impactante belleza en el trabajo de la Sra. Smith, en su capacidad para captar estas caras asustadas, enojadas e indiferentes.

Sobre cada imagen hay una inscripción con el nombre del hombre y el crimen del que fue acusado: pequeño hurto, asesinato, alteración de la paz... etc.

Comprender a un hombre a través de su imagen, nombre y presunto crimen es un atisbo de una historia que anhela ser contada, lo que Arne Svenson ha hecho amorosamente.

La segunda parte del libro está compuesta por la investigación de Svenson en dos periódicos locales de la época, así como en registros de las prisiones de San Quentin y Folsom.

Al profundizar más allá de la superficie, encontramos , por ejemplo, que un hombre acusado de pequeño hurto en realidad solo había robado una chaqueta para mantenerse caliente.

Estos documentos también prueban que las tensiones raciales no están muy alejadas de las actuales, cuando W.M. Brown, un hombre negro, se resistió a un policía "a menos que se le mostrara una estrella u otra orden de arresto", fue acusado de resistencia a la autoridad. Arne Svenson nos ha presentado a estos hombres con simpatía, una oportunidad imposible para muchos de ellos en su propio tiempo.

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