Una pareja vetarana, a quienes una parte amplia de la sociedad consideraría ya "tercera edad", de Alemania viene causado sensación en las redes sociales por su buen gusto y elegancia.
Ellos son Britt Kanja y Günther Krabbenhöft, quienes además de aparecer en todo tipo de eventos culturales y sociales, destacan por su estilo único.
Kanja comentaba en The Epoch Times que desde el momento en que se conocieron tuvo claro que los dos eran el uno para el otro, atraídos por la belleza interior y exterior. “Sentí inmediatamente que aquí hay alguien en armonía con su temperamento y su conciencia. Un espíritu que emana ligereza y amor”.
Krabbenhöft por su parte expresó que conocer a su esposa Kanja fue como un milagro que apareció en su vida.
La pareja dice que su amor por la danza, la solidaridad y la confianza es el secreto que los mantiene unidos y conectados con la gente.
“De corazón a corazón se desarrolla un poderoso imán. Todo es posible cuando el corazón, la mente y el alma van juntos en un viaje; quedando dos, nuestra mente se convierte en una sola”, dijo Kanja.
Además de tener una actitud positiva por la vida, la pareja disfruta los momentos de la vida apoyándose el uno al otro y se alegran por su felicidad mutua.
Ellos consideran su relación como una amistad incondicional por lo que pueden animarse cuando uno de los dos se encuentra desanimado.
Además de ser un icono de la moda, Krabbenhöft pasa siete u ocho horas bailando en la pista cada domingo. Sin duda, tiene la energía de un adolescente. “Bueno, solo me gusta bailar. Antes nunca me hubiera atrevido a hacerlo, me hubiera sentido extraño entre los chicos. Pero así es como sucedió ahora y creo que es realmente genial”, dijo Krabbenhöft a Süddeutsche Zeitung.
Krabbenhöft reveló que su estilo ha cambiado con el paso del tiempo al igual que su ropa, y si alguien le pide consejos de estilismo siempre está dispuesto a hacerlo.
“En Hanover, donde me crié, solíamos correr por ahí en minifalda, cuando esta salió solo para hombres, con sandalias romanas y todo. Pero se pasó enseguida. Cuando vine a Kreuzberg hace más de 30 años, me vestía siempre de negro, con el típico look alternativo de aquí, pero siempre con un toque especial personal”.
Qué pareja más bonita, ¿verdad?
