Daan Roosegaarde ha conseguido eliminar los problemas de acústica y contaminación atmosférica asociados a una exhibición de juegos de luces que no deja de fascinarnos por su deslumbrante belleza.
Como nuestros antepasados, creyentes u agnósticos, cada vez que un hecho digno de celebración sucede, no dudamos en dar las gracias al cielo por ello. Ese gesto tan sumamente humano en busca de lo divino, de aquello que no logramos alcanzar a vislumbrar pero que sentimos y queremos creer que está en alguna parte, continúa siendo una costumbre en la actualidad.
Nosotros, pequeños ante la inmensidad, decidimos entonces jugar con la oscuridad de la noche y proyectar sobre ese místico cielo una aproximación a la belleza natural de las luciérnagas cuando vuelan libremente y sin un orden preestablecido. Pero, no contentos con el despliegue lumínico, aprovechamos además para crear figuras y proyecciones sobre el firmamento a nuestro antojo.
A pesar de su capacidad para impresionarnos y dejarnos maravillados, los fuegos artificiales cuentan con una serie de inconvenientes que sirvieron de inspiración al artista Daan Roosegaarde para crear un sistema con el que proteger nuestro Planeta, sin renunciar a un espectáculo tan mágico.
Basándose en las luces de las luciérnagas y queriendo dejar de lado la contaminación acústica y atmosférica asociadas a la pirotecnia, Roosegardee ha creado SPARK, un espectáculo lumínico de fuegos artificiales orgánicos que podremos ver en la ciudad de Bilbao del 1 al 3 de junio.
El Parque de Doña Casilda se iluminará con miles de chispas biodegradables, las cuales se iluminarán con el viento para que todos podamos disfrutar de una silenciosa exhibición llena de magia gracias al estudio holandés Roosegaarde.
Además de la luz, SPARK suma confeti y globos en su espectáculo, mezclando tradición e innovación sobre el cielo. Porque, al final, no estamos tan desconectados de nuestros antepasados como creíamos. Tan solo hay que buscar una manera de seguir innovando para proteger el lugar donde vivimos y seguir celebrando las pequeñas y grandes efemérides diarias, dando gracias a la mágica fuerza del firmamento que nos vigila y protege.
Studio Roosegaarde: Web