Nuestros cuerpos, a nivel físico, se componen de miles de células, de órganos vitales, de cabellos, de extremidades, de sangre y de agua, pero a nivel emocional, se componen de muchas sensaciones abstractas que no se ven.
Las esculturas de acero de Regardt Van Der Meulen no plasman las anatomías como algo completo que queda atrapado en un todo bajo ese muro de contención que es la piel, plasman todo lo invisible que nos hace y nos deshace.
Todo lo que dejamos atrás cuando avanzamos o todo lo que perdemos en una lucha, no se ve pero se siente con un dolor que puede ser peor que el peor de los dolores físicos.
Van Der Meulen se preocupa por lo efímero de la vida humana, una fascinación que se manifiesta en sus grandes esculturas de acero.
Fragmentadas y sobredimensionadas, las obras yuxtaponen el material inquebrantable con el movimiento inherente a las poses de las figuras y las formas de sus prendas. Cada uno de sus cuerpos se muestra incompleto, a través de una extremidad dividida en dos o de un torso abierto que muestra un vacío interno.
Con base en Johannesburgo, Van Der Meulen comparte que gran parte de su trabajo expone la vulnerabilidad del cuerpo y del alma y cómo, con cambios drásticos o minuciosos, altera la presentación de los mismos.
Las ramas, las piezas geométricas y la erosión interrumpen las figuras anodinas, sirviendo como metáfora de su inestabilidad mental y física, así como del estado precario del mundo natural y la civilización.
"Me fascina la mortalidad humana y los momentos fugaces que pasamos aquí. A menudo se olvida lo frágiles que son la vida y nuestro medio ambiente. Creemos que somos parte de una relación binaria con la naturaleza cuando en realidad somos uno", afirma Regardt.
Y continúa, "Los cambios repentinos en nuestro entorno o nuestras experiencias, pueden cambiar instantáneamente nuestra perspectiva sobre cómo vemos la vida y nuestro papel en ella".
Viendo el trabajo de este escultor, caemos en la nostalgia y la melancolía de reflexionar sobre los retazos y los pedazos que nos componen, pero también sobre aquellos que nos hemos ido dejando en el camino y que también fue un nosotros.
Regardt Van Der Meulen: Web