Su nombre es Ana Hell, una fotógrafa que juega con el ordinario, deconstruyéndolo para revelar una nueva perspectiva.
Aprovecha el entorno inmediato, a menudo fotografía amigos cercanos y miembros de su familia en sus propios y cotidianos espacios.
Amigos secretos son compañeros de juego, reflexiones, villanos, criaturas extrañas y maravillosas de otro mundo, de esa fascinante clase que los niños crean cuando están solos..