A principios de 1976, el fotógrafo canadiense Greg Girard adquirió un billete de avión que lo llevaría desde Los Ángeles hasta Tokio.
Su plan de viaje era difuso, sólo sabía que quería hacer varias escalas para visitar todos los destinos asiáticos que pudiera aunque no los tenía todavía determinados.
De madrugada aterrizó en el aeropuerto Haneda de Tokio, aconsejado por un conocido cogió un tren de cercanías hacia la capital japonesa para lo que esperaba no sería más que un vistazo rápido de la urbe.
Durante el paseo quedó cautivado de forma instantánea, Girard debió sentirse de pronto como el protagonista de un filme de ciencia ficción apabullado por la sensación de encontrarse en un escenario de tintes distópicos, casi artificiales, donde los enormes neones publicitarios atraen todas las miradas y los transeúntes que vagan por las calles parecen actores de figuración.
“Era tan obvio que era una especie de lugar de ciencia ficción, esa palabra simplemente me vino a la cabeza al mirar la ciudad por la ventana del tren. Pensé, '¿Por qué nadie me dijo nada sobre esto?'. Esa primera noche tenía claro que quería quedarme".
Lo que en un principio iba a ser una estancia corta, se convirtió en un idilio de décadas en las que el fotógrafo se dedicó a capturar las calles y el gentío de Tokio y Yokosuba.
A través de sus series fotográficas, que destilan la misma esencia de películas como Blade Runner, nos podemos hacer una idea de cómo era la vida en aquellas localidades niponas de mediados de los 70.
Girard atesoró estas instantáneas durante casi 40 años, pero recientemente decidió compartirlas con el mundo en un libro, 'Tokio-Yokosuka 1976-83', ofrenciendonos la oportunidad de contemplar ese Tokyo prefuturista y desconocido del que Occidente tenía, hasta la fecha, poca documentación gráfica.
“A mediados de la década de 1970 [...] no había mucha información visual o de otro tipo sobre cómo era Tokio. Y el Tokio que estaba viendo, cuando llegué por primera vez y comencé a vivir allí en 1976, no encajaba con nada de lo que sabía o había visto anteriormente. Así que, supongo que sentí que lo estaba ‘descubriendo' por mí mismo, y decidí intentar hacer fotos sobre cómo se veía y sentía para mí”.
Greg Girard: Web