Los fotógrafos entusiastas tienen la capacidad de mostrar lo ordinario con impresionantes imágenes y la fotógrafa Loes Heerink ha hecho justamente eso con su serie sobre los vendedores ambulantes de Hanoi.
Levantandose a las 4 de la mañana los vendedores, a menudo trabajadoras inmigrantes, cargan sus bicicletas hasta los topes con flores y frutas frescas y recorren muchos kilómetros a lo largo del día para vender sus productos.
Heerink vivió en Vietnam durante muchos años y quedó fascinada con estas vendedoras ambulantes, tanto es así que trató de captar su belleza desde un punto de vista único.
Situandose en diferentes puentes cerca de Hanói, Heerink esperaba pacientemente a que pasaran las vendedoras para captar estas coloridas fotografías simétricas, mientras pasaban sin saberlo por debajo del puente.
El trabajo requiere paciencia. "Una vez pasé cinco horas en un lugar sin hacer ninguna foto", explica Heerink. "Este proyecto comenzó mi fascinación por las mujeres que llevaban sus mercancías. Ellas no tienen idea de lo hermosas que son sus bicicletas, ni idea de que crean pequeñas obras de arte todos los días".