La vida es para los valientes porque nadie como ellos sabe comprenderla y nadie como ellos sabe verla; ver la vida en su total plenitud es entender sus injusticias, enfrentarse a todas sus perspectivas, por crudas que sean, y tener la suficiente conciencia social como para denunciarlas y mostrárselas al mundo entero.
Lu Guang es uno de esos valientes necesarios, un hombre lleno de coraje que sabe capturar en impactantes imágenes la voz de aquellos que necesitan ser escuchados.
Guang es un reportero gráfico multipremiado y reconocido que ha dedicado su vida en denunciar las lacras de su país, China; estas situaciones alarmantes que sacuden la república van desde las drogas, el VIH, la pobreza o las infancias robadas hasta los problemas ambientales generados por la industria.
Lu Guang estuvo en paradero desconocido según denunció su esposa Xu Xiaoli, pero al final fue liberado en 2019.
El polémico trabajo de Guang la verdad es que hace pensar en teorías conspiratorias de las que, lo único que se sabe a ciencia cierta, es que la última vez que se supo de él fue desde Urumqi, capital de la región de Xinjiang.
Las últimas pesquisas realizadas sobre el caso, ponen de manifiesto que Lu había sido retenido por la seguridad nacional y los oficiales lo confirmaron, pero, entonces ¿por qué no le han dejado comunicarse con su mujer todavía?
Xu escribía en Twitter, “Lleva más de 20 días perdido, soy su familiar más cercano y no he recibido noticias de su detención [...] he contactado repetidamente con la policía de Xinjiang, pero han sido incapaces de ponerme con nadie [...] sólo espero que vuelva sano y salvo. “
Guang, que ha ganado en tres ocasiones el prestigioso concurso World Press Photo, tiene entres sus hazañas gráficas la de mostrar en “Los pueblos del SIDA”, el caso de 678 personas que contrajeron el VIH tras vender su sangre y de las cuales 200 ya habían muerto.
Sus realistas e incómodas capturas y sus proféticas declaraciones hechas en 2017 en las que aseguraba que en China no sabías cuándo te podías meter en problemas porque no había normas establecidas, han encendido las alarmas.
Mucha gente se sumo al dolor de la esposa de Lu Guang y denunciaron, por ejemplo, que Weibo, una red social china parecida a Facebook, eliminó las etiquetas relacionadas a la desaparición del fotógrafo de sus "trending topics".
Otros como Cédric Alviani, director de Reporteros sin Fronteras del Este de Asia, pidió que explicasen dónde está Lu y que se asegure la libertad de movimiento y seguridad a los periodistas, incluyendo a aquellos que están en la provincia de Xinjiang; aún no ha obtuvo respuesta.
Desde aquí deseamos que esto no vuelva a suceder a ningún otro fotoperiodista, trabajos como el que realizan son necesarios, hombres como él son imprescindibles.
Lu Guang: World Press Photo
h/t: Clarin