Los referentes a los que nos aferramos para saber de dónde venimos, quiénes somos, el camino que tomar para conocer nuestra propia identidad... estos son los dilemas que Sofía Suars, más conocida como Isdermis, traslada a su nuevo fotolibro y su pieza audiovisual.
¿Qué es la identidad? ¿De qué se compone? ¿Qué nos hace ser lo que somos? Sofía Suars ha convivido con una nostalgia eterna desde que tiene conciencia, un sentimiento que nace de la falta de respuestas en sus caminos hacia la búsqueda de su propia identidad, un viaje que sospecha que terminará por hacerse eterno.
Unas reflexiones que la artista multidisciplinar ha volcado en ORIGEN, proyecto en el que lleva trabajando más de cuatro años y del que han nacido una pieza documental y un fotolibro.
Mitad boliviana, mitad española, la vida de Sofía ha quedado definida por un carácter nómada desde el principio, en un recorrido donde sus puntos de reflexión han sido su relación con el cuerpo y la biculturalidad, dos espacios sobre los que se asienta su búsqueda de la identidad.
“Vivimos intentando encontrar el sentido a esa búsqueda de identidad, a la necesidad de formar parte de algo, pero puede que el único momento en el que sabemos quiénes somos es en la niñez. Apenas tenemos conciencia de estar viviendo, precisamente por eso, es lo más genuino. La forma humana más cercana a nuestro origen”.
En la pieza audiovisual de ORIGEN, antesala del fotolibro homónimo, la autora pone en palabras sus dudas, temores e inquietudes sobre la identidad, preguntándose si en algún momento sabemos genuinamente quiénes somos sin estar condicionados por los problemas exteriores del mundo que nos rodea.
El vídeo, grabado y escrito en Bolivia, su país natal, es un viaje por caminos que se mueven entre el pasado y el presente, entre las fotografías de su infancia y su familia, una vida nómada a caballo entre Colombia y Barcelona. ORIGEN es una reflexión de Sofía sobre sus referentes culturales y visuales, lo que la mantiene enraizada y le da el sentimiento de identidad y pertenencia, todo lo que la define y la construye.
Pero esos referentes están ocultos para ella, tal y como confiesa en la pieza, que funciona como una introspección a sus dudas internas y al origen de su nostalgia eterna por la ausencia de todo aquello que nos define por el camino y que es incapaz de identificar muchas veces.
ORIGEN, además, será el primer fotolibro de Sofía Suars, una obra con casi 200 páginas con imágenes y textos que ha ido recopilando desde 2018 y que se publicará el próximo 13 de diciembre.
Publicado bajo su plataforma ISDERMIS, proyecto mediante el que habla de la diversidad de los cuerpos, el fotolibro es su trabajo más personal. ORIGEN muestra fotografías analógicas de 28 personas de más de 25 procedencias diferentes, protagonistas que trazan un mapa cultural conjunto que ha sido documentado entre Bolivia y Barcelona.
Hablamos con Sofía Suars sobre su nuevo proyecto, sus planes de futuro y, cómo no, la identidad.
CI: La nueva forma de ORIGEN será un fotolibro. ¿Qué relación visual tiene tu búsqueda de identidad con las imágenes que encontraremos en el libro?
Probablemente sea la visión integral de todos las experiencias a lo largo de mi vida. Es decir, hay pocas cosas que considero aisladas, para mí, casi todo está mucho más unido de lo que imaginamos, y como humanos que compartimos constantemente con otros humanos, al final todo está empapado de realidades que ni son nuestras.
La relación visual la van a aportar las personas que salen en el fotolibro. Son 28 cuerpos que me han acompañado en este tiempo de creación y que al haber formado parte de mis ojos, directamente forman ya parte de mi identidad. El fotolibro tiene una percepción más íntima que la pieza documental, pero esa ha sido siempre la intención, crear obras conectadas pero con formas cambiantes.
CI: ORIGEN es un libro autoeditado, ¿qué implica trabajar de manera independiente?
Implica que cuando haces algo por primera vez, la mayor parte del tiempo no tienes ni idea de lo que estás haciendo. Si además le sumas que no cuentas con el apoyo de una plataforma profesional para dinamizar las cosas, son procesos que se alargan mucho. Eso sí, lo bueno de trabajar de manera independiente, es que todo sale como tú quieres exactamente. Cada coma, cada palabra, cada espacio entre imágenes. Cada prueba de impresión, de color, elección del papel, todo.
Estás presente en todas las etapas y esa es una sensación inexplicable. En concreto para crear el libro, en el trayecto me ha acompañado Silva, el diseñador gráfico del que he aprendido mucho a nivel de edición y maquetación.
CI: ¿Desde el principio sabías que este proyecto iba a representarse bajo diferentes disciplinas creativas?
Sí, siempre proyecté imágenes a la par que palabras. Eso fue lo más complicado y lo que me parece un milagro que se haya podido plasmar. Al principio en mi cabeza hubo mucho caos hasta que pude crear el esqueleto del proyecto. Fue algo que guardé para mí mucho tiempo, pero identifiqué que habían aspectos para los que necesitaba a otras personas.
Digamos que estuve casi dos años avanzando sola, y ya en el tercer año, que ha sido este último año, ha sido cuando lo he compartido y trabajado con las personas que lo han hecho posible. Menos mal que así fue porque cada persona que ha aportado su creatividad a ORIGEN lo ha ido embelleciendo cada vez más...
CI: Hablando del equipo, ¿cómo ha sido crear la pieza de video? ¿Qué personas hay implicadas?
El factor del aprendizaje ha sido la base para crearlo. Tengo a mi niña interior muy presente, lo que implica que a la cara de crear estoy dispuesta a descubrir y a ilusionarme por las aventuras. Para no perder el foco, es importante mantener esa pasión.
El formato lo he desarrollado junto a Gara. Ella ha estado dirigiendo la estructura y el montaje. Sus ideas y su forma de tratar las imágenes ha sido impecable, esta pieza no existirá sin su talento y sobre todo, sin su trabajo.
En paralelo, el diseño sonoro era algo que quería cuidar al máximo detalle, y para ello no había nadie mejor que Lucid Eyez. Con su visión envolvente de la música y del silencio, se han creado las texturas y las sensaciones que queríamos transmitir a lo largo de todo el video.
CI: ¿Crees que las personas que ya hayan visto la pieza documental conectarán con el imaginario del fotolibro mejor? ¿Será este la última parada del proyecto ORIGEN?
El videoarte tiene una forma de impacto diferente, creo que se puede conectar de la misma manera con el libro, pero probablemente acompañe mejor al camino si se ve también. No es que haya una única manera de disfrutar de ORIGEN, me gustaría, de hecho, que no fuera lineal ni predeterminado. Cada parte existe de manera independiente y todas aportan. Generan reflexiones y sensaciones diferentes aunque estén unidas bajo una misma narrativa.
El fotolibro es una parada importante, una en la que puede que hayan personas que se tomen un buen tiempo para quedarse. ORIGEN no tiene principio ni final. Puede que haya próximas paradas, pero ninguna será como el libro. La única forma tangible, lo único que se podrá desvirtualizar y tocar con las manos.