Es cierto que la naturaleza repite patrones humanos constantemente, y tanto es así que es posible ver formas en las nubes, las montañas o las piedras que podríamos reconocer como nuestras.
¿Quién no se ha tumbado en una pradera boca arriba o ha estado observando un amanecer y ha visto como su imaginación y su cerebro le han revelado caras y formas humanas en mitad de la naturaleza?
A este efecto óptico, los expertos y científicos le dan el nombre de pareidolia y lo describen como un fenómeno psicológico donde un estímulo vago y aleatorio (habitualmente una imagen) es percibido erróneamente como una forma reconocible.
En las fotografías en las que Bernhard Lang atrapa formaciones rocosas, este ingenioso creativo nos hace ver perfiles humanos donde creemos que solo hay montañas.
En su serie titulada 'Pareidolia: Mountain Faces', Lang documenta tanto paisajes conocidos como desconocidos y que se asemejan a perfiles humanos cuando se giran en un ángulo de 90 grados.
Muchas de las montañas de la serie hacen referencia a leyendas regionales como “The Sleeping Witch” y “Sleeping Greek Woman”, mientras que otras son la interpretación del propio Lang como "Golem", que enmarca el pico más alto del paso Vršič en Eslovenia para revelar un rostro mágicamente.
Lang, entonces ¿ve dónde no hay o dónde sí hay? Eso tendréis que juzgarlo vosotros contemplando a estos colosos de roca y vegetación milenarios que llevan años observándonos.
'Sleeping Witch'
'Široka Peč'
Bernhard Lang: Instagram
h/t: Colossal