Las dudas desaparecen al ver las fotografías de Gerrard Gethings. Es evidente que -al igual que las parejas- humanos y mascotas se mimetizan cuando pasan mucho tiempo juntos.
Los mismos gestos, los mismos peinados, el mismo perfil, las imágenes confirman que los canes acaban pareciéndose (y mucho) a sus amos.
El talento, la creatividad y seguramente mucha paciencia, han hecho posible estos divertidos retratos comparativos realizados firmados por este gran retratista de animales.
A Gethings la afición le viene desde su más tierna infancia. Creció en Lancashire, en el noroeste de Inglaterra, en una zona rodeada de bosques y en la que pasaba mucho tiempo al aire libre.
Ya entonces le fascinaban las aves, los insectos y los animales en general. A pesar de que en principio tiró por la rama de la pintura, Gerrard se decantó después por la fotografía y empezó a asistir al icónico Terry O 'Neill, con quien trabajó durante ocho años.
En 2008, Gethings trajo a casa a un cachorro de siete meses llamado Baxter y fue entonces cuando se dió cuenta de que su inspiración y conexión era mayor con los animales que con los seres humanos y comenzaron a protagonizar su trabajo.
La realidad es que los parecidos entre perros y sus propietarios va más allá de lo anecdótico. Varios estudios científicos han demostrado que es fácil averiguar que perros pertenecen a cada persona, observando tan solo su parecido físico.
Este hecho podría deberse a que los dueños están inconscientemente predispuestos a que sus mascotas se parezcan a ellos, para sentirlos así como parte de la familia.
"Sospecho que cuando vemos la belleza de un perro, quizás nos estamos señalando con el dedo" explica el fotógrafo.
Él tiene muy claro porque prefiere retratarlos, "Cuando te acercas y capturas cada detalle conmovedor en los ojos de un perro, un gato o un caballo, comienzas a recordar de dónde vino. Los convertimos en importantes".
Gerrard Gethings: Web | Instagram
También nos gusta el trabajo de Inés Opifanti, con un proyecto similar: