En su serie The World Through the Lens of Our Four-Legged Friends (El mundo a través de la lente de nuestros amigos de cuatro patas), Chris Keeney resalta el absurdo e inesperado arte de fotos tomadas por animales de todo el mundo.
La fotos son posibles gracias a una PetCam, una pequeña cámara que se puede fijar al collar o arnés del animal y se puede programar para disparar automáticamente a intervalos establecidos. No es una tecnología perfecta, por supuesto, y los animales están a menudo más interesados en correr, jugar, y oler cosas, que en buscar buenos ángulos y condiciones de iluminación. Sin embargo, con la orientación correcta y un poco de paciencia, se pueden obtener resultados que pueden sorprendernos.