Con cuatro libros para niños publicados, consigue aunar naturaleza y las escenas más simples de nuestro día a día con unas obras que cuentan una historia sin necesidad de palabras.
El ritmo de vida actual nos hace ir de un lado para otro con prisas, sin tener tiempo para pararnos a reflexionar sobre todo lo bello que nos rodea y apreciar los pequeños detalles. Estar en casa con nuestros seres queridos, tener un momento para leer, salir a pasear, hacer un picnic, incluso los rayos de sol que entran por la ventana. Todo tiene una belleza, tan solo se encuentra oculta a los ojos de aquellos que no quieren ver.
Pero los ojos de Yukiko Noritake siempre están atentos a esa delicada magia rutinaria. Las obras de esta ilustradora, nacida en una localidad cercana a Nagoya en 1989, están llenas de color, vivacidad, luz. El ambiente que se respira en cada una de sus creaciones es de una calma que nos resulta familiar, un ambiente acogedor donde la naturaleza siempre encuentra su sitio y que nos invita a descansar, relajarnos, ser nosotros mismos, quitarnos el disfraz.
Esa mezcla de colores vivos y naturaleza llega de forma especialmente intensa a los ojos de los más pequeños. Noritake, afincada en París, ha publicado cuatro libros de ilustración infantil con la editorial Actes Sud Junior y revistas como Elle, Madame Figaro y Mint Magazine han querido contar con su trabajo entre sus páginas.
La ilustradora se enamoró de París en su etapa universitaria, tras estudiar ilustración en el École de Condé, donde se graduó en 2018. Tras finalizar la escuela, publicó su primer libro, Voyage au Pays des odeurs (Viaje al país de los olores).
Yukiko asegura que le inspiran las pequeñas cosas del día a día, los viajes, el arte moderno y ver la belleza en los objetos más sencillos. Sus ilustraciones, realizadas en pintura acrílica, nos recuerdan que la vida es un regalo y que, para saber apreciarla, tan solo hay que saber mirarla con los ojos de quiene s capaz de encontrar la magia en cualquier lugar.